La definiición que tenemos sobre el amor ha sido influenciada por varios estímulos y creencias culturales. Muchas personas piensan que amar es igual a poseer, a saber que la persona con la que están les corresponde exactamente de la misma manera en que ellos
esperan. En realidad esta creencia afecta lo más importante en una relación: el amor. Por eso, queremos compartir contigo 3 consejos para practicar el desapego en tus relaciones.
1. Equilibra lo que das con lo que eres
En una relación es agradable sentir que el otro hace cosas por nosotros, así como dar parte de lo que somos. Sin embargo, para evitar la codependencia y el apego, es importante equilibrar lo que queremos aportar y compartir con alguien con lo que preferimos reservar para nosotros mismos. Por ejemplo, no dejes de hacer tus actividades preferidas por salir con alguien y no hagas nada que te haga sentir incómodo sólo porque el otro piensa de forma distinta ti. Al mismo tiempo, sé tolerante con el tiempo y las ideas del otro.
2. Aprende a querer en el presente
Centrar la mente en el presente es una de las bases de la filosofía budista. Si esto se aplica al amor, se puede disfrutar de lo que se vive sin esperar nada del futuro (por ejemplo, imaginar que se pierde a alguien) ni guardar rencores por el pasado (como una pelea concluida). Esto hace que el amor fluya de forma natural y que puedas disfrutar cada momento con mayor intensidad. Sin miedo a lo que podrá ser, el amor no tiene apego.
3. Evita los juicios
La mayoría de los miedos se fundamentan en juicios que parten del ego. Por lo tanto, no son reales. Cuando inicies una relación con alguien, evita emitir cualquier tipo de juicio. Simplemente aprende a recibir lo que el otro aporta y, con calma, identifica si te sientes bien con eso o no. Cuando proyectamos ideas que están en nuestra mente sobre el otro, podemos crear relaciones de apego que no se basan en un cariño sincero. El desapego permite encontrarse con lo que realmente puede ofrecer el otro. Sin falsas esperanzas o teorías sobre el amor, será más fácil querer a alguien por quien realmente es y, al mismo tiempo, ser nosotros mismos sin miedo a ser rechazados. Recuerda que el desapego no es sinónimo de dejar de querer. Al contrario, es un gran paso hacia un compromiso más
estable y real, fundamentado en el amor.
Fuente: www.harmonia.la