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Abr 22, 2014
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Iluminación de la mujer

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Iluminación de la mujer

De acuerdo al budismo, las diferencias enriquecen al ser humano y a la sociedad en su conjunto. No existe discriminación en las enseñanzas del budismo que expone la Budeidad inherente en todos los fenómenos y la eternidad de la vida. Lo importante es que los hombres y las mujeres sean felices como seres humanos. El objetivo está en la felicidad verdadera; todo lo demás es un medio

Fuente: http://www.sgi.org/es/

 

El presidente de la SGI, Daisaku Ikeda, enfatiza: “Las enseñanzas del budismo se expusieron para la felicidad de todas las personas; no hay discriminación alguna que pueda hacerse: ni entre hombres y mujeres ni entre sacerdotes o laicos, ni por raza, nivel académico, posición social, poder o riqueza. En verdad, el budismo se expuso precisamente para permitir que lograran la suprema felicidad los oprimidos, los discriminados, los que han debido soportar los sufrimientos más amargos. Acá está el verdadero poder del budismo, la genuina sabiduría del Sutra del loto. (…) El Sutra del loto enseña que todos poseemos por igual el potencial para lograr la Budeidad y que todos poseemos la capacidad de disfrutar el estado de felicidad absoluta”. (IKEDA, Daisaku: “Una escritura que apela a todas las personas”, La sabiduría del Sutra del loto: Diálogo sobre la religión en el siglo XXI, Daibyakurenge, abril 1995.)

El doctor Hajime Nakamura, experto del budismo, observa sobre el hecho de que Shakyamuni autorizó a las mujeres entrar a la comunidad de practicantes y a la vida monástica: “La aparición de la orden de las monjas [dentro del budismo] fue un avance sorprendente en la historia religiosa del mundo. Ni en Europa, ni en África del Norte ni en Asia Occidental u Oriental existían órdenes religiosas femeninas en esa época. El budismo fue la primera religión del mundo que generó estas agrupaciones de creyentes mujeres”. (Ib. Véase, Nakamura, Hajime: Niso no Kokuhaku, Tokio, Iwanami Bunko, 1982, pág. 120.)

Nichiren declara: “Entre aquello que propagan los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo en el Último Día de la Ley, sean hombres o mujeres, no debería existir ningún tipo de discriminación”. (NICHIREN: Los escritos de Nichiren Daishonin, Tokio, Soka Gakkai, 2008, pág. 406.) Fiel a esta convicción, Nichiren envió numerosas cartas de aliento a sus discípulas y demostró su respeto por la fe inamovible que demostraban brindándoles títulos honoríficos. Por ejemplo a Nichimyo Shonin le escribió: “Con todo, nunca he sabido de una sola mujer que recorriera mil ris en busca del budismo como lo hizo usted. (…) De todas las mujeres del Japón, usted es la más sobresaliente devota del Sutra del loto. Por lo tanto, siguiendo el ejemplo del bodhisattva Jamás Despreciar, le confiero el nombre budista de ‘Nichimyo la Venerable'”. (Ib., págs. 343-344.)

En oposición a las creencias arraigadas en su tiempo, Nichiren declara que la mujer también puede lograr la iluminación, y cita el capítulo “Devadatta” (12º) del Sutra del loto en donde se describe la dramática historia de una niña dragón de ocho años que logra la Budeidad mediante la práctica del Sutra del loto. La niña, conocida también como la hija del Rey Dragón, logro su iluminación inmediatamente con la forma que poseía. La niña dragón logra la Budeidad a pesar de que tenía cuerpo de animal, era hembra y muy joven. Esto echaba por tierra la suposición de que la mujer no podía alcanzar la Budeidad si esta no se consagraba a penosas prácticas por un prolongado período de tiempo.

Nichiren subraya: “[D]e todas las enseñanzas contenidas en el Sutra del loto, la primordial es la que establece el logro de la Budeidad en las mujeres”. (Ib., pág. 974.)

De acuerdo al budismo, las diferencias enriquecen al ser humano y a la sociedad en su conjunto. No existe discriminación en las enseñanzas del budismo que expone la Budeidad inherente en todos los fenómenos y la eternidad de la vida.

El presidente Ikeda señala: “Lo importante es que los hombres y las mujeres sean felices como seres humanos. El objetivo está en la felicidad verdadera; todo lo demás es un medio. (…) La declaración de los derechos de la mujer implícita en el Sutra del loto dice que cada persona posee el potencial y el derecho innato de construir un estado de vida de felicidad absoluta”. (IKEDA, Daisaku: “La iluminación de la niña dragona es una impresionante declaración de igualdad de géneros”, La sabiduría del Sutra del loto: Diálogo sobre la religión en el siglo XXI, Daibyakurenge, septiembre 1996.)

[Nota: Adaptación de un artículo publicado en la revista SGI Quarterly, abril 2000.]

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Mundo de la mujer
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