Pautas para una relación de pareja superior
Hoy en día muchas personas viven desesperadas buscando el amor y
una relación de pareja que las haga feliz. Y sin duda que una hermosa
relación de amor, puede contribuir enormemente a la felicidad de una
persona, pero a veces iniciamos esta búsqueda solo pensando en nosotros,
en lo que supuestamente vamos a recibir y no en lo que somos capaces de
dar. Sin dar no se puede recibir de verdad.
Fuente: www.cecop.cl
La humanidad tiene historias de muchas parejas en los últimos
12.000 años de vida civilizada, y pese a este enorme caudal de
información, nadie es capaz de decir cual es la clave para una vida de
pareja armónica y estable, la verdad es que no existen las recetas, en un
problema divergente, tan dinámico y apasionante como este. Pero si
podemos hacer unas reflexiones que orienten nuestro caminar en este
tema y nos permitan evitar los errores más frecuentes.
Lo primero que debemos decir, es que para ser feliz en pareja, antes
de nada, tenemos que ser felices nosotros mismos, por nuestros propios
medios, para luego, compartir esta felicidad con un ser amado. Es falso
eso de “voy a ser feliz cuando alguien me ame y tenga pareja”. Primero
tenemos que aceptarnos a nosotros mismos, tolerarnos, e idealmente
saber que podemos dar.
Uno de los requisitos más importante para que se pueda establecer y
mantenerse una relación amorosa estable, es que exista la posibilidad de
una comunicación fluida a nivel intelectual, emocional y físico, que nos
lleve a una relación de mundo interno a mundo interno, y no solo de
cuerpo a cuerpo, como es lo habitual. Esta relación, de esencia a esencia,
es infinitamente más sólida y profunda, ya que prescinde en gran medida
de lo físico, para asentarse en valores más perdurables y trascendentales,
como son la espiritualidad y la comprensión mutua.
Ahora, es bueno saber que no toda relación amorosa puede
convertirse en relación de pareja. La primera está basada en la atracción,
en el juego de la seducción inicial, experiencia de subyuga a muchas
personalidades. Esta etapa se llama “Romeica”, (de Roméo), en ella se
produce un idilio idealizatorio en que cada uno ve las virtudes del otro,
pero no los defectos del otro. Con el tiempo, llega el momento en que esto
cambia, y la pareja se debe “Realificar” (de realidad), enfrentar la realidad
de un futuro juntos y renegociar los roles adquiridos. Punto clave para
convertirse en pareja.
De lo expresado más arriba, existe una expresión de Jorge Bucay, que
grafica muy bien estas etapas, que dice así: “…enamorarse es amar las
coincidencias, y Amar es enamorarse de las diferencias”. Es así entonces,
que para pasar de la “relación amorosa” a la “relación de pareja” es
necesaria la interdependencia, que conlleva un respeto irrestricto a la
individualidad de cada uno.
Volviendo al tema de nuestro análisis, como pauta de una relación de
pareja superior, lo ideal es que un hombre y una mujer deben llegar a
sentir, mutuamente, la música del alma del otro, la vibración del ser
querido, para saber si existe esa afinidad profunda, que hemos llamado
“comunicación de ser interno a ser interno”. Sin esa afinidad profunda,
que no es el enamoramiento pasajero o el deseo ardiente, es difícil
construir una relación de pareja sana y exitosa, ya que alcanzar el
verdadero AMOR requiere trabajo duro y sistemático en nosotros mismos,
y por mucho tiempo. Pues la relación de pareja, no solo tiene por fin
buscar la mutua felicidad; la mujer y el hombre, son mutuamente la
matriz uno del otro, y por lo tanto, se unen también para potenciar su
instrumento de conocimiento, de ver la realidad, de desarrollar conciencia.
Una pareja, en un trabajo de amor y armonía, también se potencian para
acercarse a la sabiduría.
La relación amorosa y de pareja, no puede ser abandonada al azar, a
los impulsos instintivos o al simple “enamoramiento”, sino que debe ser
“un acto volitivo”, donde participa la voluntad y la conciencia, para un
proyecto común.
Una de las características principales del amor es su carácter activo o
dador. Cuando esta condición no se cumple y el sujeto sólo quiere recibir,
se vuelve incapaz de amar. El hecho de dar no significa “voy a darte si es
que tu me das”, sino más bien “voy a darte sin esperar nada a cambio”.
Esta relación humana, tan fundamental, pide no solo compromiso y
entrega, sino también superación personal de nuestro natural egoísmo.
Solo ahí el amor se manifiesta en la pareja, como lo que es, la fuerza
positiva más poderosa del Universo.
La práctica del amor necesita de una preocupación permanente
porque es como una planta exótica que requiere cuidados especiales. Cada
uno debe procurar con todas sus fuerzas, inteligencia, voluntad y
constancia hacer feliz a la otra persona. Esto significa, dentro de muchas
otras posibilidades:
Tolerar y comprender sus fallas, amando al otro tal como es.
Apoyarla en sus caídas y debilidades
Ilustrarla en los temas o aspectos que uno domine de la vida,
pero que la otra persona desconozca.
Derramar sobre ella una gran ternura
Tener una paciencia infinita
No dejarse derrotar por el aburrimiento o el tedio, enemigo N° 1.
Saber criticar objetivamente
Soportar críticas con inteligencia y ecuanimidad
Velar por la felicidad de la otra parte antes que la propia
Saber cuando acompañarla y cuando dejarla libre
Permitir su libre desarrollo individual, en todos los aspectos
Ser franco y honrado, aún en desmedro propio
Comprenderla y apoyarla en todas sus decisiones
Respetar su intimidad, no entrometiéndose en ese lugar sagrado
de cada uno.
Al respecto, preguntémonos a nosotros mismos para profundizar en el
tema:
1.-¿Cuáles son mis conductas, actitudes y palabras que afectan
negativamente a mi pareja y que repito mecánicamente? / “Se empieza a
despertar lo mejor que hay en los otros siendo tu mismo una persona
ejemplar”. (Epicteto).
2.-¿Que acciones tenemos durante el día, que sean sin interés personal, en
favor de nuestra pareja?
3.-¿Cuantas veces pensamos o concebimos la pareja (vida de pareja) como
un proyecto que debe ser nutrido y alimentado como otro ser vivo?
4.-¿Que esfuerzos concretos realizamos para el bienestar del otro?
5.-Dejando de lado la intimidad física y la rutina del reporte diario,
¿Cuantas horas o minutos dedicamos con nuestra pareja a la intimidad
psicológica o espiritual?.
5.-Nos detenemos a pensar cuanto nos aleja de la felicidad de pareja las
siguientes actividades y rutinas: El Consumismo, la informatitis, la TV, el
chisporroteo, el ser Trabajólico y las actividades sociales insustanciales.
Para terminar estas reflexiones, quisiera resumir brevemente las
conclusiones a las que llegó sobre el tema, el gran psicólogo Carl Roger,
después de investigar por 15 años las relaciones de pareja en diferentes
culturas, tipos de asociaciones y sociedades. Este investigador, descubrió
5 variables o conductas estables que se repetían en las parejas exitosas,
no importando a que grupo, religión o sociedad pertenecían, y estas son:
1. Manejo y administración correcta y franca de la Rabia: Roger
observó que toda pareja exitosa sabía que la rabia era normal, y que
no importaba cuanto se quisiera a su pareja, la rabia en algún
momento tenía que aparecer. Pero se conversaba, se aceptaba como
una emoción normal y por lo tanto su administración no
comprometía a la pareja y todo volvía a sus causes normales. Todos
tenemos rabia de alguna forma y es natural sentirla en algún
momento por nuestra pareja, eso no debe poner en duda el amor. Se
debe analizar y procesar como una vivencia más.
2. Ambos deben tener y practicar una actividad que los una y los
fascine mutuamente: Una pareja que realiza junta una actividad,
que a ambos gratifica, que los mantiene unidos y entretenidos, como
un deporte, un hobby, una actividad solidaria o tantas otras, es una
amalgama fundamental en el metabolismo de toda pareja exitosa.
Esto puede ser cocinar juntos, decorar, subir cerros, tomar fotos,
realizar excursiones, deportes, etc.
3. Es también fundamental que ambos por separado, tengan su
mundo propio, y actividades propias con alto grado de
compromiso : Cada miembro de la pareja debe respetar la intimidad
del otro como persona individual y permitir que tenga también
actividades independientes, que no comparta necesariamente con su
compañero o compañera. Debe existir un respeto por cierta
autonomía y libertad en el otro. Todos tenemos un mundo interior,
una cámara oculta en nuestras mentes, donde solo entramos
nosotros, y eso debe ser respetado.
4. La Flexibilidad de Roles: En esta larga investigación, Roger observó
que las parejas o matrimonios más estables y felices no tenían roles
rígidos y que fácilmente el uno podía realizar algunas actividades del
otro y que eran mutuamente intercambiables las funciones del
hogar, la educación de los niños, etc. El ser flexible y adaptable en la
dinámica de una pareja es garantía de felicidad y éxito, pues no
existen los roles rígidos a asociados al género.5
5. La Comunicación de Sentimientos: Esto es clave y se puede
resumir en hablar menos y comunicarse más, sobre todo de
nuestros sentimientos, de lo que nos pasa por dentro, de lo que
sentimos en verdad. Esto tiene mayor dificultad para los varones que
para las mujeres. Pero es una actividad esencial en la manutención
del vínculo, pues muchas veces no nos damos cuenta como nos
alejamos el uno de otro, por el simple hecho de la rutina, de hablar
asuntos superficiales y no profundizar en nuestra relación, que se
debe cuidar como una joya valiosa.
Creo estas conclusiones de una larga investigación, nos pueda ayudar a
revisarnos y ver como estamos en cada uno de estos puntos, que pueden
ser valiosas herramientas para reparar un vínculo dañado o debilitado por
falta de revisión, apoyo, estímulo y sobre todo cariño y comprensión. No
olvidemos que todo se puede mejorar y curar, si lo queremos de verdad.
