No nos damos cuenta, pero frente a cualquier problema, sea este laboral, académico o personal, todo depende de la forma como nos planteamos o formulamos un problema, ya que de esa forma dirigimos o comandamos las capacidades de nuestro cerebro. Esta, la que ahora expondremos, es una potente y sorprendente herramienta, de infinitas posibilidades, que debemos saber digitar en el, para extraer los mejores resultados. Debemos tener una estrategia inteligente para usar las capacidades de nuestro cerebro y apoyarnos en la magia del pensamiento positivo para enfrentar los desafíos que la vida nos depara. Todo esto con un ánimo deportivo frente a los desafíos, y no de víctima.
Vamos paso por paso: ¿Cuál es la pregunta que te haces, o le haces a tu cerebro, cuando te encuentras ante un problema o una situación difícil?. Esto es fundamental tenerlo claro:
Tu cerebro es más poderoso que una sofisticada computadora a tu servicio. Él responde con precisión a la forma cómo te hablas a ti mismo y a las preguntas que te haces. El siempre hace lo que tú le dices. Siempre, sean estas conscientes o inconscientes.
Si te preguntas o le preguntas:
“¿Por qué soy siempre tan estúpido?”, de inmediato tu mente te dará los argumentos que serán una respuesta satisfactoria. El hará lo que tú le dices. Ejemplo: la respuesta automática, aunque no la percibas, puede ser: “yo soy un estúpido o me equivoco siempre porque…..”
“¿Por qué tengo tan mala suerte?”, entonces tu mente te recordará todas las razones para sentirte desafortunado. O te enfocará en los aspectos difíciles y desagradables de tu vida. El cerebro está programado para obedecer y entregar siempre una respuesta, no importa si te favorece o perjudica, el responderá.
Si en cambio te preguntas:
– “¿Qué hice mal?” o “¿Cómo hago para no repetir este error?”,tu mente te ayudará a encontrar una salida constructiva. Los científicos e investigadores del comportamiento han determinado que las personas que logran mejores resultados se hacen ciertas preguntas claves ante las situaciones difíciles. Te puedes hacer preguntas que te debiliten o preguntas que te fortalezcan. Puedes formularte preguntas estériles o fértiles, es tu opción. Esto que parece tan simple, en instituciones universitarias de alto prestigio como el MIT, es un curso completo, de ello esta simple actitud de preguntarse en forma acertada por lo que ocurre, le permitió a Newton descubrir la fuerza de gravedad, cuando frente a él, cayó una manzana de un árbol. Gran diferencia, ¿no?.
Si ante un problema eliges alguna o varias de las siguientes preguntas, crearás confusión y emociones dolorosas. Recuerda es tu opción.
Ejemplos de preguntas que debilitan:
– “¿Por qué a mí?
– “¿Por qué yo tengo tan mala suerte?”
– “¿Por qué a mí todo me sale mal?”
– “¿Por qué le caeré mal a la gente?”
– “¿Por qué a mí nadie me quiere o me comprende?”
– “¿Por qué a mí me cuesta tanto aprender?”
– “¿Cuánto me durará mi mala suerte?”
– “¿Por qué a mí nunca me tienen en cuenta?”
– “¿Por qué no me valoran?” o “¿Por qué a nadie le importa lo
mío?” ¿Por qué me cuesta tanto ganar mi dinero?.
Todas éstas son preguntas que te inducen a generalizar o exagerar lo difícil y sobre todo a desconocer o menospreciar tus cualidades y recursos. Además notarás cómo la respuestas a estas preguntas te dificultarán la resolución de cualquier problema y, por encima de todo, generarán en ti autocompasión, aislamiento, culpa y resentimiento. Lo peor de todo es que te sentirás sin poder interno ante esa adversidad específica. Estas preguntas y las respuestas que te dará tu cerebro son vagas, humillantes y como no enfrentan el problema, queda sin resolver. Pero observa con atención, lo más grave de esto, es que muchas veces estamos acostumbrados a plantearnos así frente a las dificultades y solo vemos estas opciones de preguntas. Muchas veces estos diálogos internos son tan mecánicos e inconscientes, que no los percibimos, solo vemos sus consecuencias en forma de pena, rabia, desaliento, etc…..
Si en cambio eliges hacerte preguntas PODEROSAS, POSITIVAS o Asertivas, tu mente se enfocará en lo que depende de ti, te ayudará a definir tu problema y tus recursos de una manera más constructiva. Estas preguntas te ayudarán a sentirte más fuerte y optimista, con más control en tus resultados. Será un uso más racional de tu cerebro. Debes practicar el arte de digitar eficientemente en la más poderosa herramienta.
Ejemplos de preguntas con poder:
– “¿Cómo puedo salir fortalecido de este problema?”
– “¿Qué hice mal?” o “¿Qué error cometí?”
– “¿Cómo puedo ganarme o acercarme a esta persona tan
Complicada?”
– “¿Cómo puedo ganar el apoyo hasta de los más renuentes?”
– “¿En qué áreas tengo que prepararme mejor?”
– “¿Qué lección me deja este problema?”
– “¿Cómo hago para no repetir el mismo error?”
– “¿Qué cualidades o recursos tengo que me ayudarán a encontrar
una salida?”
– “¿Qué tiene de positivo esta situación?”
– “¿Cómo puedo cambiar mi nivel de conciencia para mejorar mi respuesta?
– “¿Qué mecanismo tengo dentro de mí que me llevan a repetir este conflicto?
Te invito a observar el poder de tus preguntas, a estar más consiente de tu propio lenguaje interior y a disfrutar de las diferencias. El conocer y manejar el Lenguaje Interior, es también una de las claves de la salud física y mental, pues debes saber que todo lo que tu te dices a ti mismo, lo escuchan todas las células de tu cuerpo, incluso las que están al cuidado de tu salud frente a hongos, bacterias, virus, células cancerosas, etc.., es tu sistema inmunológico, y cada una de ellas tienen terminaciones de recepción para cada neurotransmisor, que es codificado por tus pensamientos. De hecho como dato ilustrativo te puedo decir que, unos investigadores marcaron con isótopos radioactivos estas células encargadas de la defensa del organismo, y le pidieron a un sujeto que tuviera los pensamientos más negativos y deprimentes que pudiera generar en un minuto. Al minuto se detuvo y comprobaron, que solo un minuto de malos pensamientos, altera y debilita el sistema inmune por seis horas seguidas.
Con estos antecedentes, debemos motivarnos a generar nosotros mismos los mejores y potentes pensamientos, para digitar y comandar eficientemente nuestro cerebro. Es muy importante poner nuestra fuerza y atención en los asuntos que dependen de nosotros mismos, en las cosas que sí podemos cambiar. Tú puedes mejorar tu vida, ser más feliz y efectivo, sabiendo usar tu mente constructivamente y asumiendo que las cosas verdaderamente importantes dependen de ti. Debes asumir que tu eres el único responsable de tu destino, por lo tanto, se cauto y preciso en lo que te dices a ti mismo y en como digitas en tu cerebro, las consecuencias son poderosas.
Ps. Antonio Estévez M.
Psicólogo U. de Chile
Ex Director Esc. De Psicología UNIACC