Autoconocimiento
El autoconocimiento se trata ni mas ni menos que del conocimiento de uno mismo. De esta manera se entiende que somos parte de un todo y que al conocerse uno mismo, por añadidura está impliscito el conocimiento de todo el Universo.
El autoconocimiento nos permite darnos cuenta que nada externo está aislado de nosotros, de nuestro interior; siendo responsables de nuestra desdicha o nuestra felicidad, y en donde lo exterior refleja lo interior. Â
El autoconocimiento es el conocimiento de nuestra propia verdad, nuestra propia esencia y consciencia de nuestro ser en relación al cosmos. Entendiendo que todo parte de nuestro interior hacia afuera y no al revés.
Este conocimiento implica una apertura de nuestra mente al mas allá y de abandonar las limitaciones creadas por el ego o la personalidad que son impuestas por la mente, los prejuicios y de todo lo formado por nuestro contacto con la sociedad, la familia y los sistemas religiosos.
Fuente : http://www.redmistica.com.ar/
El autoconocimiento se trata ni mas ni menos que del conocimiento de uno mismo. De esta manera se entiende que somos parte de un todo y que al conocerse uno mismo, por añadidura está impliscito el conocimiento de todo el Universo.
El autoconocimiento nos permite darnos cuenta que nada externo está aislado de nosotros, de nuestro interior; siendo responsables de nuestra desdicha o nuestra felicidad, y en donde lo exterior refleja lo interior.
Si bien el término “autoconocimiento” no está aú n aceptado como tal en la Real Academia Española, es igual empleado por innumerables textos de psicología y muy empleado en disciplinas de origen espiritual.
El autoconocimiento es el conocimiento de nuestra propia verdad, nuestra propia esencia y consciencia de nuestro ser en relación al cosmos. Entendiendo que todo parte de nuestro interior hacia afuera y no al revés.
Este conocimiento implica una apertura de nuestra mente al mas allá y de abandonar las limitaciones creadas por el ego o la personalidad que son impuestas por la mente, los prejuicios y de todo lo formado por nuestro contacto con la sociedad, la familia y los sistemas religiosos.
El autoconocimiento nos pone en contacto con el “aquíy ahora”, nuestro permanente existir sin principio ni fin y sin la limitación siquiera de un nacimiento y una muerte.
El Universo completo y nosotros mismos también somos parte de lo mismo, de una constante y permanente transformación de la cual es necesario tomar conciencia. Somos parte de un engranaje en la cual cada parte no es ni menos, ni mas importante que la otra, independientemente de su tamaño o función. Por ello es necesario despojarse, para poder comprenderse y conocerse, de todo indicio de individualidad.
Es importante conocer también que este proceso de permanente transformación, es parte de un proceso evolutivo mayor. El autoconocimiento para lograr esa conciencia pretende que la búsqueda sea en el interior de uno mismo y no en el afuera que solo nos contamina de pasiones y egoismos. Nos propone preguntarnos cuantas cosas realmente están afuera de nuestra mente y cuales dentro sin la utilización de la razón para no intentar pensarlas, sino vivenciarlas.
La verdadera esencia de lo que somos aparece en esa aparente šinacciónš, en esa idea de “no pensar”. Al “no pensar” le aparece un “sentir”, en donde también aparece la esencia de todo el Universo y La Divinidad.Â