En una carta abierta en su página web, el empresario estadounidense se dirige, principalmente, a los líderes y políticos mundiales para pedirles una colaboración global y más eficaz. Considera que la respuesta ante una emergencia sanitaria, como la que estamos viviendo actualmente, necesita unas pautas más ordenadas que agilicen la acción institucional. Vamos a conocerlas.
¿Cuáles son los avances médicos contra el coronavirus?
Medidas tecnológicas frente al coronavirus
Bill Gates, el fundador de Microsoft, es una de las personas más influyentes del mundo. Además de la compañía que creó en 1975, es conocido también porque lleva décadas encabezando la lista de los más ricos del mundo y por sus numerosos compromisos humanitarios. De hecho, recientemente ha dejado la cúpula de Microsoft para dedicarse en exclusiva a la filantropía.
El virus Covid-19 del que venimos hablando todos durante semanas ha originado una crisis a escala global. La salud, la economía, la política… Todos los ámbitos sin excepción se están viendo afectados en un efecto dominó sin precedentes, y casi no se habla de otra cosa. Por ello, el magnate americano ha querido pronunciarse al respecto y compartir su opinión, realizando una serie de propuestas que, a su juicio, solucionarían de una manera más rápida el problema. Las ha publicado en una entrada dentro de su blog y página web, Gates Notes, que utiliza de forma habitual como espacio de reflexión. Aunque, sorprendentemente, ya advirtió hace años que no estamos preparados para una epidemia.
responsabilidad de los líderes
Gran parte del mensaje de Bill Gates sobre cómo responder al coronavirus está dirigido a los líderes y políticos mundiales. Más allá de ahondar en las responsabilidades individuales de todos los ciudadanos, se centra en las grandes medidas y leyes que rigen la vida de todos. Así, asegura que los dirigentes tienen dos grandes responsabilidades: la de resolver el problema de inmediato, salvando vidas, y la de evitar que vuelva a suceder, mejorando la capacidad de respuesta a posibles brotes.
La gravedad de la pandemia
Seguidamente, habla de la gravedad del Covid-19. Comenta que los expertos mundiales de salud llevan décadas avisando de una epidemia que rivalizaría con la de 1918, la más letal del siglo XX, y de que la cuestión no era si ocurriría o no, sino cuándo.
Según los registros, esta pandemia –conocida como la gran gripe española– mató a entre 20 y 40 millones de personas en un solo año. Unas cifras significativamente superiores a las del Covid-19 actual. Sin embargo, según expresa Bill Gates en su mensaje sobre cómo responder al coronavirus, el comportamiento del patógeno actual es similar al de hace un siglo. “Espero que no, pero debemos pensar que sí hasta que se demuestre lo contrario”.
¿Por qué es una amenaza?
Para el magnate, el Covid-19 representa una amenaza por dos motivos principales. Por un lado, porque puede matar a adultos sanos, y por otro, porque se transmite de una manera muy eficiente, muy por encima de otras gripes.
El índice de letalidad del coronavirus es alto, comparado con otros virus. No obstante, los numerosos y constantes nuevos contagios hacen difícil establecer una cifra global consistente que valga de referencia. Por ejemplo, hay científicos que la sitúan en un 1.6%, otros que la elevan bastante más, y otros que la rebajan a un 0.6%. Lo que está claro, en cualquier caso, es que es más letal que otras gripes estacionales comunes.
Respecto a su propagación, también es más contagioso. Si lo habitual en una gripe común es que una persona afectada lo transmita a 0.6% personas más, en el caso del Covid-19 es de 2 a 3 contagios por persona. Además, debemos tener en cuenta que el coronavirus se puede contagiar también por parte de personas levemente enfermas o que no presenten síntomas.
La buena noticia: hay solución para frenar su propagación
No obstante, por suerte –apunta– hay solución a este contagio masivo. Los gobiernos nacionales, estatales -la equivalencia española sería la de las autonomías- y locales junto a las agencias de salud pueden tomar medidas para evitar su propagación. De hecho, deben hacerlo si quieren contener el número de casos.
Ayudar a los países más desfavorecidos
La responsabilidad de los gobiernos no debe acabar aquí, puntualiza. Además de ayudar a sus ciudadanos a superarlo, “deben ayudar a los países menos desarrollados a poder hacerlo también, ya que sus sistemas sanitarios están más debilitados y una epidemia como ésta podría abrumarlos rápidamente. Ayudando a los países de África y Asia del Sur a salvar vidas también se retrasará la circulación mundial de la epidemia”.
Un ayuda que concreta en el fortalecimiento de sus sistemas de salud, por ejemplo, con la construcción de más centros de salud. Estos suponen una infraestructura necesaria ante cualquier eventualidad. También incide en la necesidad de capacitar a los trabajadores sanitarios, pero no solo en estos países, que también, sino en todo el mundo. Pues sirven -dice- no solo como administradores de vacunas, sino también como prevención y alerta de posibles brotes.
Bill Gates aprovecha este comunicado sobre cómo responder al coronavirus para anunciar que su fundación, Gates Foundation, que gestiona con su mujer, Melinda, destinará próximamente hasta 100 millones de dólares para combatirlo, especialmente en los países mencionados.
Acelerar la investigación de las vacunas
Además de ayudar a estos países más desfavorecidos y de capacitar a los sanitarios, “el mundo necesita acelerar la investigación sobre el tratamiento y las vacunas ante este tipo de virus”, continúa.
“Sabemos que los científicos de diferentes lugares están secuenciando el genoma del Covid-19, y que ya hay varios candidatos prometedores para elaborar una vacuna eficaz. Por ejemplo, la Coalition for Epidemic Preparedness Innovations tiene hasta 8 candidatos actualmente. Si se comprueba pronto su efectividad en animales, estarían listas para su aplicación en seres humanos a partir de junio”.
Sin embargo, insiste en que para vigilar las enfermedades se necesita invertir más recursos, así como potenciar una mayor cooperación internacional en las investigaciones.
“Los gobiernos deberían tener listas”
Para lograr la necesaria cooperación gubernamental, propone algunas medidas. Una de ellas es que los gobiernos tengan bases de datos con nombres de líderes para actuar más rápido ante posibles crisis. Desde líderes locales a expertos mundiales, propone. También, listas de suministros almacenados y que se redirigirían con más control en caso de emergencias.
¿Qué dificultades deben superarse para acelerar la investigación de las vacunas?
“Necesitamos construir un sistema que pueda desarrollar vacunas y antivirales seguros, obtener su aprobación y administrar miles de millones de dosis a gran escala” más rápidamente. Lo óptimo sería que la aprobación tardara menos de tres meses, señala, aunque esto presenta varios obstáculos: técnicos, diplomáticos y presupuestarios. Exigiría, también, una mayor asociación entre el sector público y el privado.
Desafíos técnicos para las vacunas
Bill Gates es muy claro en su mensaje sobre cómo responder al coronavirus: hay que acelerar el proceso. Esto implicaría –dice– mejorar las formas de fabricación de proteínas con las que se realizan las investigaciones. Cree que las actuales son muy lentas para responder ante una epidemia. Por su parte, “para los antivirales es necesario un sistema organizado que detecte los tratamientos ya existentes y seleccionar las moléculas candidatas antes”.
Otro desafío técnico son las construcciones basadas en ácidos nucleicos. “Ahora podemos producirlas horas después de la secuenciación del genoma de un virus, pero necesitamos encontrar formas de producirlas a gran escala”.
Esfuerzos diplomáticos y más colaboración
Además de estas situaciones técnicas, recalca la importancia de realizar “esfuerzos diplomáticos” de cara al intercambio de datos. El desarrollo de vacunas y antivirales supone trabajar en ensayos clínicos que requieren de acuerdos y licencias que cruzan las fronteras nacionales.
Asimismo, considera que se deberían aprovechar al máximo los foros mundiales para lograr un mayor consenso en las prioridades de investigación y en los protocolos de prueba para las moléculas candidatas. Esto agilizaría el proceso. Cita algunas organizaciones que saldrían muy reforzadas con esta mayor comunicación. A saber: el Plan de I+D de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la red de ensayos del Consorcio Internacional de Infecciones Respiratorias Agudas y Emergentes y la Colaboración Global de Investigación para la Preparación de Enfermedades Infecciosas.
La cuestión económica: ¿Quién financia los tratamientos?
“Los presupuestos deben aumentar varias veces”, concluye Bill Gates en su mensaje sobre cómo responder al coronavirus. “Para completar la fase III y asegurar una aprobación rápida se necesitan miles de millones de dólares. Aún más para mejorar la vigilancia y la respuesta a la enfermedad”.
Pero, “¿por qué requiere del dinero del gobierno? ¿No puede resolver el problema el sector privado por sí solo?”, se pregunta de manera retórica. “Los productos pandémicos son inversiones de un riesgo extraordinariamente alto”, asegura. “Las compañías farmacéuticas necesitan seguridad económica para realizar su trabajo sin alteraciones. Por esta razón, precisan de fondos públicos”.
Asimismo, sostiene que “los gobiernos deberán financiar infraestructuras capaces de generar y suministrar miles de vacunas en cuestión de semanas” durante una epidemia.
Reconoce que esta cantidad de miles de millones de dólares es mucho dinero, pero es la escala necesaria para resolver el problema. “De hecho, si tenemos en cuenta los daños que puede causar una epidemia, como los que está provocando el Covid-19 en la cadena de suministros o en el mercado de valores, o en la vida de la gente, es una ganga”, afirma.
Los gobiernos deberán garantizar vacunas donde se necesiten
Para concluir, Bill Gates apuntala en este mensaje sobre el coronavirus que, durante una epidemia, los gobiernos deben llegar a un acuerdo con la industria para que las vacunas “no se vendan al mejor postor. Estarán disponibles y accesibles para todas las personas que se encuentren en el centro del brote y que lo necesitan más. No solo es correcto, sino que es una estrategia para cortocircuitar la transmisión de la epidemia y de las futuras”.
Puedes consultar otros enlaces de interés aquí: sobre si estamos o no preparados para un epidemia y todo lo que están haciendo desde su fundación en esta crisis.
Fuente: https://blogthinkbig.com/
Imagen de la cabecera: Gates Notes.
