Patricia May.
Queridos les envío reflexión que acabo de publicar en las redes para compartir
Sostenerse a uno mismo, no ahogarse en las aguas de las emociones colectivas, miedo angustia ansiedad.
Así como las fuerzas oscuras están desatadas a través de la violencia irracional, así también su contraparte sicológica de emociones básicas de agresividad, rabia, temor al futuro, angustias están circulando por el campo mental y emocional en este momento y si no cultivamos un centro interior sólido estas emociones nos inundan y arrasan.
El autocuidado para sostener un centro lúcido y sereno es fundamental en este momento, es aquello que va a permitir comunicarnos, conversar en paz, escucharnos, botar prejuicios y esquemas que necesitamos dejar atrás y por lo tanto es vital que hagamos todo lo necesario para mantenernos ecuánimes, poner límites a lo que escuchamos en los medios, y a lo que se transmite a través de las redes que muchas veces constituyen fuentes de intoxicación de odio, agresividad, violencia.
La transformación que nos espera no es solamente social, política si no que también personal, para romper el apego y la adhesión fanática a nuestras maneras de ver las cosas (de lado y lado), a soltar las ortodoxias y rigideces mentales, prejuicios, acomodaciones e ideas de tener todas las cosas controladas.
Respirar profundo y cultivar la confianza radical en la sabiduría y la fuerza del alma global que irá encontrando caminos de salida a través de todos los que estén suficientemente lúcidos y pacíficados para que los nuevas formas emerjan.
Esta actitud de sostener un centro lúcido, consciente, no contaminado es el antídoto a la angustia y la violencia.