Corazón valiente
Mel Gibson se coloca a ambos lados de la cámara para interpretar el papel principal y dirigir y producir esta hazaña épica de fieros combates, amor y de la voluntad de arriesgarlo todo, hasta lo más precioso por algo aún más precioso: la libertad. En una gran actuación, Gibson es William Wallace, un valiente escocés que libera a su país utilizando el acero y la inteligencia.
Fuente: www.cine.publispain.com
El valiente escocés
Siguiendo los pasos de Kevin Costner con su Bailando con lobos, Mel Gibson también recreó un drama histórico de más de dos horas de duración, protagonizado y producido por él y con un gran despliegue de medios. Asímismo, se alzó con el oscar a la mejor película en 1995. Tras su magistral debut como realizador con El hombre sin rostro, Gibson se afianzó tras las cámaras con la recreación de la vida de William Wallace, un líder escocés del siglo XIII que encabezó la rebelión contra el rey de Inglaterra Eduardo I. Wallace consiguió la unión de todos los nobles escoceses, por lo que consiguió incluso derrotar al ejército inglés en la batalla de Stirling. Tras el asesinato de su joven esposa por los ingleses, la única motivación de Wallace es la venganza.
El filme contiene grandes secuencias, no sólo las relativas a la batalla, que son las más espectaculares -cientos de extras participaron en su elaboración-, sino también en el interior de la trama, de tipo romántico, lírico e incluso humorístico, de todas las cuales el realizador consigue salir con evidente soltura. La recreación que Mel Gibson ofrece de la Edad Media es realista, y da la impresión de ser una época ruda y con evidentes signos de cambio, como la creación de las universidades, por lo que el mensaje, en el fondo, es positivo.
Fuente: www.decine21.com
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