Correr riesgos implica asumir responsabilidades, enfrentarse a lo nuevo, a lo imprevisto a lo desconocido… Se necesita pues, una buena dosis de valor para arriesgar.
La actitud opuesta seria el exceso de control y el querer conservar a toda costa posiciones conocidas y familiares, que si bien nos proporcionan seguridad, también nos estancan y empobrecen.
Controlamos y nos aferramos a lo conocido porque sentimos miedo a fallar, miedo al juicio de los demás, miedo a la inestabilidad y a la incertidumbre. Hay que tener en cuenta que el ser humano se debate entre el deseo de estabilidad, seguridad y rutina frente al impulso de cambio, de innovación.
Ya en muchos artículos de este Blog, hablábamos de que la vida es un cambio constante , sobre todo en esta sección de COMO AFRONTAR.
Solo cuando aceptamos esta realidad, es decir, que la inestabilidad y el riesgo son consustanciales a la vida, podremos aflojar el control y llegar a una actitud de desapego, y de fluidez, mucho más saludables.
Es conveniente aprender a relajarse en medio del caos, dar lugar en nuestras vidas al vacío, a la calma, al sosiego, al silencio interior.
ACTITUDES QUE AYUDAN.-
1.-CONCENTRACIÓN.- Es decir, focalizar la atención en une sola cosa y trabajarla hasta el final.
2.-VIVIR EL MOMENTO PRESENTE.- Priorizar el “aquí” y el “ahora”. Evitar anclarse en el pasado, así como soñar con un futuro incierto que todavía no ha llegado.
3.- CAPACIDAD DE IMPROVISACIÓN.- Reaccionando de modo ágil ante las dificultades. No aferrarse demasiado a un plan previsto y saber tomar decisiones sobre la marcha.
4.- ACTITUD POSITIVA.- Relativizar las derrotas, sacar lecciones de ellas y seguir adelante.
5.- PRAGMATISMO.- Dar preferencia a lo que pueda llevarse a la práctica, en lugar de aferrarse a teorías imposibles.
ACTITUDES A EVITAR.-
1.- PERFECCIONISMO.- Continuo deseo de ser mejor, de hacer las cosas perfectas. El perfeccionismo excesivo inmoviliza.
2.- RIGIDÉZ.- Falta de flexibilidad para saber desenvolverse en el caos, en lo incierto. Las personas muy rígidas necesitan constantemente ceñirse a las reglas.
3.-EXCESO DE AUTOCONTROL.- Esta actitud paraliza e impide fluir, ya que no nos permite escuchar nuestros deseos, emociones e intuiciones.
4.- ETERNAS DUDAS.- Dudar en exceso esconde inseguridad, falta de confianza en uno mismo, temor de tomar decisiones por miedo a equivocarse.
5.- HIPERVIGILANCIA.- Si se vive pendiente de la opinión y de los deseos de los demás nos esclavizamos, en lugar de hacer lo que uno quiere. Al final, acabamos frustrados y rabiosos por no sacar adelante nuestras propias opciones.
Concluyendo: Asumir riesgos implica estar abierto a lo nuevo, a lo inesperado. No todo lo que ha de venir en el futuro va a ser malo o negativo. Esto es catastrofismo. La vida nos tiene preparadas también cosas buenas y sorpresas agradables; pero si estamos aferrados al pasado o pretendemos controlarlo todo, no estamos en la mejor actitud para enfrentarnos a lo imprevisto, aunque sea lo mejor que pueda ocurrirnos.