Hay cosas que siendo muy frecuentes no son nada normales, y al revés. Dicen los que saben de esto que por nuestra cabeza pasan diariamente entre 50-70.000 pensamientos, de los cuales tan solo el 5% son propios y el 95% restantes son pensamientos-pestañeo, se producen de manera involuntaria, como el propio pestañeo. Según la RAE normalidad es la cualidad o condición de normal que se haya en su estado natural, además de habitual y ordinario. ¿Entonces, aquello que es artificial no entra dentro de la normalidad?
En medicina, la normalidad es el estado de los conocimientos de la ciencia o de la técnica existentes en el momento de producirse los daños en la salud del paciente, por lo que la normalidad es sencillamente estar sano y recuperado. Y ya cuando escucho con tanta profusión lo de la “nueva normalidad” (new normal – neue normalität), que acuñó recientemente el filósofo y científico austriaco Paul Sailer-Wlasits para referirse al populismo político, no sé muy bien a que se refiere y me pregunto si no será algo desnaturalizado o un nuevo estado natural. A ver si es verdad aquello de que el tiempo lo cura todo y volvemos a tener una condición normal. Lo de nueva normalidad personalmente me parece un oxímoron, algo muy utilizado en la retórica desde hace tiempo, y que da lugar a pensamientos ambiguos, ya que nueva significa distinto o diferente, que se contrapone con normalidad, por lo que si es nueva no es normal y si es normal no es nueva.
Pongamos un ejemplo de nuestra práctica diaria en las granjas, asociado a cuando sufrimos un cuadro por virus Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino (SRRP-PRRS), y analizamos el “tiempo hasta la estabilidad” (TTS) y el tiempo hasta recuperar la producción (TTBP), que como vemos no se llama la nueva estabilidad o recuperar la nueva producción, ya que eso estaría inherente en el propio cuadro clínico, que eso sí es nuevo y preocupante. Y aquí quiero hacer mención expresa a nuestro compañero el Dr. Daniel Linhares que realizó un interesante estudio de campo con 61 granjas recién infectadas en EEUU. El tiempo hasta la estabilidad sanitaria definido como el número de semanas transcurridas desde el inicio de los brotes hasta que obtuvieron 4 resultados PCR consecutivos negativos mensuales de 30 lechones al destete fue de una media de 26,6 semanas con un rango de entre 12 y 42 semanas. El tiempo hasta la estabilidad productiva, es decir el tiempo que se necesitaba para recuperar el número de lechones destetados semanales que tenía la granja en las 21 semanas anteriores al brote de PRRS según el método de media móvil ponderada exponencial fue de 19,5 semanas de media. Tanto el TTS como el TTBP en la pandemia de Coronavirus es claramente superior, y las variaciones entre países, cuanto menos muy considerables.
¿Somos realmente conscientes de ésto?
La CONSCIENCIA es la capacidad del ser humano para percibir la realidad y reconocerse en ella.
Mientras que la CONCIENCIA es el conocimiento moral de lo que está bien y lo que está mal, en base al conocimiento de sí mismo y de su capacidad para actuar sobre su entorno.
Ambos vocablos derivan etimológicamente del latín conscientia. En la conciencia partimos del conocimiento compartido y en la consciencia de uno más global, como concepto más amplio y mucho más complejo que decía el biólogo molecular Premio Nobel Francis Crick. Sin consciencia no se puede tener cargo de conciencia, por lo que creo que aquí está la explicación a tantas acciones de muchas personas que nos dejan perplejos y que no somos capaces de entender, preguntándonos si serán capaces de conciliar bien el sueño. Karl Popper creía que la conciencia apareció con el lenguaje por la necesidad de comunicarnos unos con otros, lo cual se ve bien reflejado en las aglomeraciones de personas que para nada son buenas para evitar la diseminación de agentes infecciosos. ¿Obviamente, no creen que el ser humano en general, somos más concientes que conscientes? Son muchas las teorías que han tratado de explicar el origen de la conciencia, y personalmente me quedo con la de la neuróloga irlandesa Suzanne O´Sullivan que la concibe como una totalidad compuesta por diversos estados: la atención, la percepción y la memoria.
En este sentido creo que para retomar nuestra vida normal (Time to Normal Life – TTNL), como bien he podido leer en las normas de nuestra propia empresa y la Universidad, son importantes la prudencia y el sentido común, a las que en mi humilde opinión me gustaría añadir la paciencia y la consciencia. Quizás a alguno le pueda ayudar para tal fin, leer el libro del neurocientífico alemán-norteamericano Christof Koch “The Quest for Consciousness: A neurobiological Approach”.
“Supongo que es tentador tratar todo como si fuera un clavo, si la única herramienta que tienes es un martillo”.
– Abraham Maslow (1908-1970).
Fuente: bmeditores.mx
