Cosas que te quiere decir tu cuerpo
Yo creo que este proceso de tener una vida fitness es conocerse. No es que sea un libro de autoayuda, pero sí permite saber qué cosas te hacen daño, qué te hace bien, cuándo hacer las cosas y cuándo no. Y claro que sí, a mí me parece que es un poquito de esa conexión mente cuerpo que logramos cuando hacemos alguna actividad que no solo nos trae beneficios para la parte externa del cuerpo, sino también para la interna.
Y sin ponerme demasiado filosófica, sí siento que he aprendido a escuchar a mi cuerpo. No cuando me dice “quédate durmiendo” o “cómete eso” (lo dice a menudo), pero cada vez más entiendo que necesita ciertos descansos, y con el tiempo también aprendí a escucharlo decirme “estás bien y te ves de lujo” (las mujeres muchas veces tenemos la tendencia a fijarnos parámetros físicos que pueden escapar de lo real, y de eso hay que alejarse). Ese es uno de los aprendizajes que más me gusta, porque si bien siempre quiero estar más fuerte, estar “más flaca” o tener las piernas de cierta manera, no me quita el sueño. Soy feliz con mi grasa corporal y ni de broma voy a bajarla más.
En Freeletics.com leí un artículo que hablaba de esas cosas, de lo que te dice tu cuerpo (que no es solo quédate durmiendo), pero que te puede servir como guía para saber qué es lo que está pasando, más allá de cómo te quedan los pantalones.
Necesito descanso: no es flojera, yo de eso tengo un libro, pero hay señales que de verdad dicen que tienes que tomarte un descanso. Cosas como patrones irregulares de sueño, los ejercicios que hacías con facilidad ahora te parecen terriblemente fuertes y tu apetito ha cambiado (tienes demasiada o nada de hambre).
Compra zapatos nuevos: otra vez, no es tu yo-comprador- compulsivo el que habla, sino cuando sientes que tus piernas te pesan mucho, dolores en articulaciones y fatiga en las piernas es una buena señal de que es hora de decirle adiós a esos zapatos que amas demasiado desde 1998.
Necesito proteína: la gente piensa que está comiendo mucha proteína porque se come un yogurt que dice “2 gramos de proteína”, pero no es así. Si sientes que te está tomando mucho tiempo recuperarte y tienes MUCHO dolor muscular, te sientes débil y cansado a pesar de estar comiendo “de todo”, te dan ataques de hambre duros a las dos horas de comer y tus heridas se tardan una eternidad en sanar, son señales de que debes aumentar tu consumo de este macronutriente.
Párale a la proteína: también está el otro grupo que quiere vivir en un asado eterno y se pasa en la cantidad de este macronutriente. Estás deshidratado (una sed profunda y constante), aumentas de peso (todo nutriente que comas en demasía y no se puede usar se transforma en peso extra), cambios en la piel y a veces acné pueden ser señales de que debes parar el consumo de proteína.
Tengo sed: ok, si tienes sed tomas agua y ya, ¿no? Pero la deshidratación también tiene otras señales como podrían ser dolores musculares, pérdida de la fuerza, sentirse somnoliento o mareado y aumento en el hambre. Otra buena señal es fijarte en el color de la orina.
Fuente: www.inspirulina.com