Cuerpo y Terapia Gestalt
El enfoque gestáltico contempla a la persona como una totalidad que el cuerpo no está separado de la mente, que todo está relacionado y lo que somos lo encarnamos, lo movemos y lo sentimos.
Fuente : http://www.gestaltgranada.es/
por Lola Alberola
Hace veinte años comencé a tener contacto con la Terapia Gestalt vi con agrado como también se trabaja teniendo en cuenta el cuerpo, de cómo lo sentimos según nuestro estado de ánimo y emociones. Yo que venía de haber hecho muchas actividades psicomotrices que iban en el mismo sentido, me gustó ver que el enfoque gestáltico contempla a la persona como una totalidad que el cuerpo no está separado de la mente, que todo está relacionado y lo que somos lo encarnamos, lo movemos y lo sentimos.
¿Cómo está presente el cuerpo en terapia?
En sesiones individuales y grupales podemos exagerar o teatralizar las situaciones que vivimos, tanto las conflictivas como las que deseamos y así observamos las diferencias en nuestro cuerpo. En algunas sesiones propongo ejercicios para que las emociones se expresen o descarguen a través del cuerpo. En otras exageramos gestos o posiciones para que tomando conciencia de “lo que es”, la persona pueda decidir el propio cambio.
Al preguntar en una sesión ¿cómo sientes el cuerpo?, llevamos a la persona que acompañamos a estar en el presente sintiéndose, habitándose internamente, es muy importante hacer ese recorrido para personas que están en la mente y con muchos diálogos internos.
Otra pregunta en una sesión de terapia es ¿Dónde sientes esa emoción?, ahí se trata de profundizar en la sensación corporal y en la emoción para que la persona pueda abrirse a sacar ese dolor, miedo, rabia..etc, que en su cuerpo se manifiesta, poder expresarlas corporalmente, devuelve a la persona a un equilibrio donde poder resolver y mirar con nuevos ojos la situación conflictiva o dolorosa.
Ilustración del blog “El cuerpo y Terapia Gestalt” creado por Lola Alberola psicóloga y terapeuta integrante del equipo de Qualia, Psicología y Salud Emocional, con sede en Granada
Alexander Lowen. “La depresión y el cuerpo”
Muchas veces señalamos en terapia, como con el cuerpo: movimiento de manos, posición, ojos, gestos, expresiones del rostro…etc, acompañan a lo que esta expresando el paciente, esa observación puede ayudar a que la persona se dé cuenta de como con el cuerpo dice una cosa y con las palabras otra, pudiendo ver lo que es auténtico o falso. (Un ejemplo de esto es la sesión de Fritz Perls con Gloria)
El “darse cuenta” en el cuerpo
La Terapia Gestalt consiste fundamentalmente en “Darse Cuenta”. Cuando digo “me doy cuenta”, hay algo corporal que se mueve dentro de mí, algo ocurre no sólo en la mente sino en todo el cuerpo. En ese “Darse Cuenta” se produce la integración de lo emocional, lo afectivo, lo corporal, con lo mental, lo cognitivo.
Esto lo he experimentado en mi misma y lo he visto en pacientes cuando han tenido una toma de conciencia importante, un “ahhha”, me han expresado como lo han sentido en su cuerpo. Ahí se puede comprobar como todo el organismo, la persona en su totalidad vive esa experiencia.
Actitud corporal del terapeuta
Es muy importante que el terapeuta esté en contacto con su cuerpo y las emociones que siente al estar en la relación con el otro para ponerlas en juego en la relación terapéutica.
En el acompañamiento terapéutico se ha de dar un clima de confianza y llegar a una escucha empática para que se dé el vínculo, en un SAT con Claudio Naranjo, nos propuso tener una sesión de terapia acompañando con los mismos gestos y posición al paciente en la primera sesión. Para facilitar que el otro sintiera la confianza y sintonía para poderse abrir. Esto también se propone desde la PNL, para conseguir el “rapport”. En muchas ocasiones lo hacemos de forma inconsciente incluso respiramos de la misma forma, todo eso se da en la vida de forma espontánea solo hay que observarlo y propiciarlo cuando necesitemos establecer una relación de confianza.
El cuerpo nos muestra qué cosas nos van bien y cuales no
En una sesión en la que al paciente le propuse hacer una silla vacía, para poder explorar dos partes de sí que estaban en conflicto, la persona en ambos lugares, manifestaba tensión y dolor corporal y después de expresarse y llegar a acuerdos, al preguntarle a ambas partes, dijeron que sentían menos la tensión muscular y podían respirar mejor. La persona pudo sentirse mas tranquila y el cuerpo lo reflejaba. Podemos ver como hay una relación entre como está nuestro cuerpo y como nos sentimos, en ambas direcciones.
Ilustración del blog “El cuerpo y Terapia Gestalt” creado por Lola Alberola psicóloga y terapeuta integrante del equipo de Qualia, Psicología y Salud Emocional, con sede en Granada
El contacto corporal en terapia
En ciertos momentos, siempre consultando al paciente, le podemos dar la mano, poner la mano en la espalda, en el pecho, un abrazo, etc. Hay ocasiones que estos acompañamientos corporales propician que la persona saque con más facilidad la emoción, se destensen nudos y tensiones internas, o se cierren situaciones inconclusas.
¿Qué nos puede decir nuestro cuerpo cuando nos duele y enferma?
Interesante la visión que aporta Adriana Schnake ; explora las enfermedades como mensajes del cuerpo, que son necesarios escuchar para acceder a una mejor calidad de vida y al cambio personal. Plantea que escuchemos la voz del síntoma, la voz del órgano enfermo, sistemas, tejidos y secreciones, comprender el sentido que tiene para la vida el enfermar; esto puede ayudar a la sanación.
Este enfoque busca comprender cómo el carácter (neurótico) de una persona puede favorecer, en un momento dado, la aparición de una enfermedad en un órgano en particular. Comenta Adriana que si tenemos una polaridad negada puede que una parte del cuerpo que tenga esa cualidad, enferme. Si escuchamos qué nos dice esa parte de nuestro cuerpo enfermo, nos puede ayudar a darnos cuenta de qué cosas necesitamos cambiar para mejorar nuestra forma de vivir.
Para concluir
Cuando nuestra mente no sabe, si escuchamos al cuerpo, él nos puede ayudar a hacer lo que realmente necesitemos para estar bien.
Poder relacionarnos bien con todas las partes de nuestro cuerpo, incluso con las que nos duele o nos gusten poco, nos va a proporcionar esa aceptación, reconocimiento y amor a nosotros mismos tan importante para nuestro bienestar emocional.
Los terapeutas podemos tener recursos para trabajar lo corporal, lo importante es que tengamos una actitud gestáltica que contemple a la persona como un todo integrado, sin la división cuerpo y mente. Poder acompañar y ayudar a que el paciente tome conciencia de ello y pueda integrar las partes negadas de si.
Referencias
Schnake A., (2001). La Voz del Síntoma. Chile: Editorial Cuatro Vientos
Schnake A., (2007). Enfermedad, Síntoma y Carácter. Chile: Editorial Cuatro Vientos
Lowen A., (2001). La depresión y el cuerpo. Madrid: Alianza Editorial S.A.
Paco P., (2008). La vía del vacío fértil. Madrid: Alianza Editorial S.A.
Kepner J., (1992). Proceso Corporal. México: Editorial Manual Moderno.
Fotografía de Lola Alberola
Lola Alberola
Psicóloga Especialista en Terapia Gestalt e Integrativa, miembro de la Asociación Española de Terapia Gestalt y miembro del Equipo Terapéutico de Qualia, Psicología y Salud Emocional.
Interesada en las técnicas psicocorporales: taichí, seitai, movimiento expresivo, psicomotricidad y danza-teatro.