“Decodificación Biológica”, la técnica que sana enfermedades físicas y mentales
¿De qué se trata esta técnica de sanación? Según explican los especialistas, es encontrar la correlación entre un cuadro corporal determinado y los tipos de eventos específicos de la historia de vida de la persona.
Fuente : http://www.emol.com/
Por Francisca Vargas V.
Encuentra la correlación entre un cuadro corporal y eventos específicos de la vida de una persona.
“En forma repetida amanecía con inflamaciones y enrojecimientos en la zona de la garganta, y otra vez, amigdalitis. Hice una sesión de Decodificación Biológica, sabiendo que la causa de mi enfermedad era por la soledad que vivía porque mi hijo y pareja estaban de viaje.
Pero para mi sorpresa en esta técnica de sanación la amigdalitis, está asociada a la cólera que tenía encerrada, por no poder defenderme cuando niña versus el deseo de ser amada por mi madre.
Recordé la etapa de alcoholismo de mi madre y cuando en forma reiterada me hacía sus pedidos de ‘tráeme esto y llévame esto otro’. Lo que con el tiempo, derivó en una sensación de hastío y de abuso, acompañado del decaimiento del cariño que mi madre me expresaba.
Obviamente, no podía controlar la situación. Sentía amor por mi madre, pero no podía mostrar la rabia que me daba su comportamiento o lo que me pasaba con claridad.
Me explicaron que la función de las amígdalas es controlar y defender cuando el alimento a recibir es el cariño, y como éste no lo pude ingerir cuando lo quería, ni tampoco devolver cuando no lo deseaba se manifestaba en este enfermedad. Dos días después de la sesión mi amigdalitis y molestias se me pasaron y no han vuelto”, comenta Denise, de 42 años una de las pacientes de Helmo Contreras, consultores de Decodificación Biológica (ladichadelodicho@gmail.com).
¿De qué se trata esta técnica de sanación? Según explican los especialistas, es encontrar la correlación entre un cuadro corporal determinado y los tipos de eventos específicos de la historia de vida de la persona.
“La enfermedad se presenta ante nosotros como un conjunto más o menos compacto y ‘encriptado’ de síntomas, al biodecodificar lo primero que se hace es observar y ‘deshilar’ los elementos anatómicos involucrados para comprender sus funciones biológicas”, explica Daniela Vera, quien colabora con Contreras desde su formación en chamanismo andino.
La idea es ver lo que se ha alterado con fuerza en la vida del paciente y que ha afectado su salud. Por ejemplo, dicen que la necesidad mamífera de marcar territorio es una acción que mantendrían los humanos. Los animales orinan su terreno, en las personas “se ha encontrado una relación entre esa necesidad de dominio y la organización territorial alterada, con la manifestación biológica de la cistitis”.
¿Qué busca?
La Decodificación Biológica, cuentan, tiene sus orígenes en la revisión de algunas enfermedades conocidas que hicieron médicos europeos en los ’80, donde analizaron, principalmente, la funcionalidad especifica de los órganos y partes del cuerpo en relación directa a eventos que fueron encontrados asociados en forma exacta en la vida de los que enfermaban.
Por lo tanto, lo que busca es que la persona encuentre y revise él o los acontecimientos que están en la raíz de un conflicto y que según cómo lo haya vivido, producen la enfermedad actual.
“Cuando éste o estos conflictos son inequívocamente develados, el paciente puede tomar decisiones usualmente también inequívocas hacia su salud. Pueden ser instantáneas, como una rápida toma de conciencia o desglosadas en algún período de su vida futura, pero en ambos casos se inicia la recuperación de su enfermedad”, asegura Helmo Contreras, que además realiza terapia Gestalt.
¿Cómo es una sesión?
Es una conversación estructurada, donde en una hora se definen los contextos y las respuestas que se dieron en esas condiciones. En ciertos casos, basta con una sesión; en otros, algunas más. Todo depende del compromiso y decisiones que tome la persona que asiste y el grado de avance de sus dolencias.
“La persona requiere sólo estar disponible espiritualmente y abierta a que algunas veces la enfermedad es bastante menos grave de lo que parece”, advierten. Sirve para tratar un amplio género de padecimientos físicos y mentales. Desde situaciones sencillas, como resfríos, alergias, molestias motoras hasta enfermedades más complejas.
¿Cómo sé que necesito una decodificación? “Se sabe que se necesita, o que se puede usar decodificación biológica, en cuanto se dispone de un diagnóstico preciso sobre una enfermedad”, dicen.
Lo que sucede es que conocerá el detalle anatómico de la enfermedad y se analizará la función que se está exacerbando o limitando con ese determinado cuadro clínico. Esto daría una tipología general de las vivencias y conflictos que pueden haberle acaecido al paciente, y estos tipos de eventos se van investigando y “probando” hasta que alguna le calce perfectamente.
“La enfermedad muestra, sin juicios, el ‘des-enlace’ de los elementos de su vida que venían siendo enlazados por la persona, sea ella consciente o no. Por tanto, cualquier enfermedad muestra su íntima relación con el cuerpo y los hechos vividos que destraban el padecimiento”, detallan los terapeutas.
Es que para ellos en el cuerpo se realizan o se vuelven “reales” funciones básicas de la vida en general como digerir, instalarse en un territorio o reproducirse. Además también se juega, explora, avanza, crece y trabaja, y con el mismo cuerpo se habla y piensa, se sueña dormido, despierto, se ora y crea.
Por eso, el cuerpo es donde se manifiestan esas acciones y esas vivencias. Y la Decodificación Biológica lo que hace, en síntesis, es encontrar la parte anatómica afectada y el modo en cómo ese organismo la ocupó en un cierto momento conflictivo. Como resultado, la persona se mejora o el tratamiento es breve. La técnica se desarrolla en Chile en forma certificada desde el 2013, siendo decenas los terapeutas formados.
