La pampa de Nazca, en la costa sur de Perú, es mundialmente conocida por los gigantescos geoglifos que la cubren y que sólo pueden ser apreciados en su conjunto a vista de pájaro. Obra del pueblo nazca, que vivió en la región aproximadamente entre los siglos I a.C. y VIII d.C., las líneas de Nazca se realizaron quitando las piedras negras de la zona y dejando a la vista la arena blanca que había debajo. Algunas son sólo líneas geométricas y otras componen figuras animales y humanas. Descubiertas en 1927, y declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994, las líneas de Nazca han despertado el interés y la curiosidad de investigadores de todo el planeta.

Tras descubrirse en 1927 y tras varias investigaciones se supo que las líneas de Nazca fueron realizadas quitando las piedras negras de la zona y dejando a la vista la arena blanca que había debajo

Un revolucionario sistema para encontrar geoglifos

Desde su descubrimiento, han surgido diversas teorías sobre qué eran y para que servían las líneas de Nazca. Y han sido muchos los estudiosos que han tratado de desvelar el misterio. Asimismo, han ido apareciendo cada vez más geoglifos a lo largo de esta pampa, un área de 75.000 hectáreas. Hasta la fecha se contabilizaban unos trescientos. Ahora, un equipo de la Universidad de Yamagata, en Tokio –que tiene un instituto especializado en estas curiosas figuras–, liderado por Masato Sakai, especialista en antropología cultural y arqueología andina, ha anunciado, tras dos años de minucioso trabajo, el descubrimiento de 143 nuevos geoglifos con formas humanas y animales –cuyo tamaño oscila desde los cinco a los cien metros y que se han datado entre los años 100 a.C. y 300 d.C.– y que han sido descubiertos gracias a la inteligencia artificial.

Tras dos años de minucioso trabajo los científicos han anunciado el descubrimiento de 143 nuevos geoglifos con formas humanas y animales que han sido descubiertos gracias a la inteligencia artificial

Los nuevos geoglifos han sido identificados gracias al trabajo de campo combinado con la inteligencia artificial y el análisis de datos en 3D de alta resolución, una investigación llevada a cabo entre los años 2018 y 2019. Además, el equipo nipón descubrió uno de ellos al desarrollar un modelo de inteligencia artificial (IA) en el servidor de inteligencia artificial IBM Power System AC922, configurado con la plataforma de aprendizaje profundo IBM Watson Machine Learning Community Edition. El estudio exploró la viabilidad de la IA para descubrir nuevas líneas introduciendo en el sistema la capacidad de procesar grandes volúmenes de datos incluyendo fotos aéreas de alta resolución a grandes velocidades.

Según el equipo investigador, este sistema desarrollado por la Universidad de Yamagata y por IBM Japón permite analizar datos en 3D de forma rápida y eficiente, y ayudará a los investigadores a comprender mejor la distribución de las líneas. Esto, a su vez, contribuirá a la comprensión y protección de un patrimonio que va deteriorándose poco a poco debido, sobre todo, a la proliferación y expansión de las áreas urbanas que están empezando ya a invadir un yacimiento arqueológico único en el mundo.

Fuente: www.nationalgeographic.com.es