¿Cómo se puede lograr este cometido? El Yoga, como es bien sabido por muchos, tiene varias ramas, entre las que se encuentra el pranayama, que es una serie de técnicas que tienen por finalidad que el practicante, o yogui, respire correctamente, lo que hace que el flujo del prana, o energía vital (el cual está asociado con el aire que se respira), sea el óptimo. Los ejercicios de pranayama juegan tanto con la velocidad como con la intensidad y duración de cada aspiración y expiración.
Pero, ¿cuál es la relación entre la respiración y la energía vital? Pensado desde un punto de vista fisiológico, el oxígeno del aire es un elemento necesario para los procesos que lleva a cabo nuestro organismo, como lo es la creación de energía a partir de los alimentos que consumimos. Así, de un modo otro, el aire que aspiramos y expiramos tienen que ver con la energía que recorre nuestro organismo. También podemos considerar que habrá determinadas posturas o ejercicios que favorezcan que este gas llegue a todo nuestro cuerpo de modo más eficiente.
Existirán distintos tipos de pranayamas, los cuales, según la variación de los elementos que ya mencionábamos (como el ritmo, la velocidad, la intensidad, etc., de la respiración), tendrá una función determinada en nuestra vida. Por ejemplo, kapalabhati, que consiste en la inhalación y la exhalación rápida pero profunda seguida de una retención larga, es considerado un método para purificar, el cual sirve para mantener a nuestro organismo hiperoxigenado y mejora la circulación de la sangre.
Aprendamos a respirar correctamente, aprendamos a aprovechar correctamente el aire que ingresa a nuestro metabolismo y la energía que recorre nuestro cuerpo para que nuestro organismo funcione de modo correcto.
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Namaste
Fuente: www.vivoenarmonia.cl