CORTOPLACISMO, EVANESCENCIA, AUSENCIA DE COMPROMISO Y MEDIDA (PROYECTO CONSCIENCIA Y SOCIEDAD DISTÓPICA) / POR EMILIO CARRILLO
Como consecuencia de la mutación del sistema y de la crisis sistémica sobre la que este ahora se apoya para ejercer su dominio, los vínculos humanos son cada vez más frágiles y provisionales. La exposición de los individuos a los caprichos del mercado premia las actitudes competitivas, al tiempo que degrada la colaboración y el trabajo en equipo al rango de estratagemas temporales que deben abandonarse o eliminarse una vez que se hayan agotado sus beneficios. De ahí el colapso del pensamiento, de la planificación y de la acción a largo plazo, junto a la desaparición o el debilitamiento de aquellas estructuras sociales que deberían pensar en esos términos. La historia política y las vidas individuales están quedando reducidas a una serie de proyectos de corto alcance y de episodios que no son compatibles con conceptos como desarrollo o maduración.
Ahora la responsabilidad se hace recaer en los individuos, de quienes se dice que son «electores libres». Pero lo cierto es que cada elección está condicionada por sistemas de creencias impuestos por otros y presenta múltiples riesgos causados por fuerzas que trascienden la comprensión y la capacidad individual para actuar. En paralelo, la virtud más útil no es la conformidad a las normas, sino la fragilidad: la presteza para cambiar de tácticas y estilos en un santiamén; para abandonar compromisos y lealtades sin arrepentimiento; y para ir en pos de las oportunidades según la disponibilidad del momento, en vez de seguir las propias preferencias consolidadas.
Debido a todo ello, se está en pleno proceso de divorcio entre el poder y la política. Y el «progreso», que ha venido siendo una promesa de felicidad universal y duradera y muestra del optimismo radical, representa ahora la amenaza de un cambio implacable e inexorable que, lejos de augurar paz y descanso, presagia una crisis y una tensión continuas que imposibilitan el menor momento de respiro. El progreso se ha convertido en algo así como un persistente juego de las sillas en el que un segundo de distracción puede comportar una derrota inapelable. En lugar de grandes expectativas y dulces sueños, el progreso evoca un insomnio lleno de pesadillas en las que uno sueña que se queda rezagado, pierde el tren o se cae por la ventanilla de un vehículo que va a toda velocidad y que no deja de acelerar.
Las consecuencias lógicas de todo ello son el cortoplacismo, la evanescencia, la falta de compromiso, la carencia de estructuración real, el exceso y la ausencia de medida, el ritmo alocado y el culto a la velocidad.
Fuente: Texto extraído de su libro Consciencia
El blog El Cielo en la Tierra publica todos los lunes, desde el 3 de septiembre de 2018, una entrada relacionada con el Proyecto de investigación Consciencia y Sociedad Distópica. Por medio de la web del Proyecto se puede tener información detallada sobre sus objetivos y contenidos y cómo colaborar con él: http://sociedaddistopica.com/
Fuente fotografía de entrada: Viviana Lopera. https://vilar90.wordpress.com/author/vilar90/