¿Qué es la felicidad?
Es quizá una de las preguntas más recurrentes en la cotidianidad de cualquier persona. Y muchas pueden ser las respuestas. Según los entendidos, la felicidad no se trata de una generalidad sino de momentos específicos; de manera tal que en la vida no hay felicidad total, sino que la vida está llena de momentos de felicidad.
Y esa parece ser la teoría que más atrajo al científico más importante de la era contemporánea, el físico Albert Einstein; y así lo dejó ver a través de un breve escrito hace 95 años.
Fue en un hotel de Tokio donde Einstein escribió algunas palabras de sabiduría de vida en un bloc de notas. El pequeño texto se lo entregó al botones en lugar de una propina.
En 1922, Einstein se dirigía a Japón cuando recibió el anuncio de que sería galardonado con el premio Nobel de física de 1921, según la casa de subastas Winner’s Auctions and Exhibitions. A su llegada a Tokio, se escondió en la habitación de su hotel tratando de poner sus pensamientos en el papel.
Cuando el botones llegó a su habitación para hacer una entrega, Einstein no tenía dinero disponible para retribuir al trabajador. A cambio, le entregó una nota firmada con una frase, escrita en alemán: “Una vida tranquila y humilde traerá más felicidad que la búsqueda del éxito y la inquietud constante que viene con eso”.
Es decir, Einsten dijo que una vida llevada con serenidad, reposo, placidez, paz, calma y bonanza (sinónimos de “Tranquilidad”) y con una actitud que no presume de sus logros, reconoce sus fracasos y debilidades y actúa sin orgullo (definición de “Humildad“) producirá una mayor sucesión de momentos de felicidad, en contraste de la búsqueda de una buena acogida (definición de “Éxito”) porque más bien traerá desasosiego, nerviosismo, turbación, zozobra (sinónimos de “Inquietud”) constante.
Por supuesto que este concepto “einsteniano” de la felicidad ha producido una elevada curiosidad en el mundo; por los años, la frase misma y en efecto por el autor. Este miércoles ese pequeño escrito fue subastado en US$1.3 millones. La identidad del comprador en línea no fue revelada.
Según la casa de subastas, Einstein aconsejó al botones que guardara la nota, diciendo que algún día su valor superaría la cantidad de una propina estándar. Casi 100 años después, Einstein tuvo razón.
Fuente: https://www.kienyke.com/historias/la-felicidad-segun-einstein