Para tener una relación sana debemos aprender el desapego, pues no es recomendable estar con alguien por miedo a estar solo o para que nos haga feliz. Al escoger estar con una pareja debemos sentirnos felices y seguros solos o acompañados, así no cargamos la relación con expectativas que no permitirán su crecimiento.
El desapego o ‘soltar’ es una lección esencial de aprender, pero es un concepto difícil de asimilar y entender, por eso comparto algunos puntos que aclaran lo que es y lo que no es:
Soltar no es mostrarnos indiferentes y actuar como que la otra persona no nos importa, sinohablar con honestidad y una vez expuesto lo que sentimos dejar que la otra persona escoja lo que siente en el momento.
Soltar no es cortar los vínculos para alejar a alguien de mi vida, sino respetar a los demás como son y tomar conciencia de que no podemos controlar a nadie.
Soltar no es ser pasivo, sino actuar sin expectativas y aprendiendo las lecciones que los acontecimientos presentan.
Soltar no es sentirnos impotentes, sino saber que el resultado final está en otras manos y aceptar ese hecho.
Soltar no es no planear nada, sino tomar el día y lo que nos sucede como se presenta y apreciarlo aunque sea diferente a lo que planeamos.
Soltar no es abandonarnos y actuar como que nada me importa, sino aceptar que aunque tengamos debilidades y temas por sanar daremos lo mejor de nosotros mismos.
Soltar no es no hacer nada por nadie, ni hacerlo todo, sino comprometerse con ellos, darles el coraje y el apoyo necesario para que alcancen su potencial, pero honrar lo que finalmente escojan hacer.
Soltar no es desechar el pasado y lo que hemos aprendido de él, sino crecer en el presente para lograr un mejor futuro.
Soltar es dejar que cada uno se haga cargo de su propio destino.
Soltar es aceptar a los demás con sus luces y sus sombras.
Soltar es aceptar lo que la vida nos trae.
Soltar es liberar la resistencia a lo que no deseamos experimentar.
Soltar es liberar las expectativas, tanto las positivas como las negativas.
Soltar es amar sin imponer condiciones.
Cuando ya hayas logrado el desapego, la vida te regresará a aprender a estar con alguien. Porque, a veces, llegamos a sentirnos tan bien solos que entonces nos da miedo abrir el corazón al amor y volver a sentirnos vulnerables.
Aprender el verdadero desapego requiere asumir el riesgo de estar feliz con alguien y sin ese alguien.
Fuente: www.evolucionconscinte.org