El eneagrama, nueve tipos de personalidad, ¿tú quien crees ser?
Autoevaluarnos, descubrir nuestra personalidad, superarse, o desprenderse de una etiqueta impuesta desde el nacimiento, se puede analizar y modificar, mediante una herramienta en psicología denominada: eneagrama.
Fuente: www.lamenteesmaravillosa.com y www.eneagrama.maimonides.edu
La técnica del eneagrama descubre como es nuestro tipo de personalidad o ego. Cuanto mayor es nuestro ego, menor capacidad tendremos para asumir y aceptar lo que no está en nuestras manos, y con ello, aumentaremos el nivel de sufrimiento individual. Explica nueve formas de pensar, sentir y actuar, íntimamente ligadas con nueve estilos de desarrollo personal, detallando la relación causa/efecto que producen nuestras reacciones, fruto de la personalidad que arrastramos desde la niñez.
Si trabajamos profundamente con nosotros mismos, observándonos y liberándonos de reacciones automáticas que nos hieren y dañan a quienes nos rodean, habremos conseguido alejarnos de etiquetas que condicionan nuestra vida en libertad. El eneagrama, identifica a qué grupo de personalidad pertenecemos.
Una vez detectado el tipo, es necesario aprender a trabajar los puntos débiles y las limitaciones, tratando de conseguir como objetivo final, una superación personal y una actitud diferente para enfrentarse al mundo.
Tipología Uno: El Perfeccionista
Los Unos son los niños que fueron intensamente criticados a una temprana edad. Por lo tanto deciden que las personas no son aceptadas tal como son. Creen que el cariño se gana con buen comportamiento y los impulsos naturales y conductas erróneas son juzgadas negativamente y castigadas. Para ganarse el amor y el respeto de los demás hay que ser buenos, responsables y cumplir con las reglas. Aprenden a reprimir la ira y el resentimiento, ya que han aprendido que la expresión de la ira no es aceptable.
Para favorecer el desarrollo, los Unos deben aprender a silenciar el crítico interior.
Talentos: Honesto, responsable, noble, disciplinado
Dificultades: Crítico, no adaptable, rígido
Tipología Dos: El Dador
Los Dos son los niños que recibieron amor por ser amables y colaboradores y por satisfacer las necesidades afectivas de los adultos que los rodean. Por lo tanto deciden que el afecto hay que merecerlo. Para obtener hay que dar. Para que los demás me amen tienen que necesitarme. Aprenden a convertirse en personas útiles. Deciden rápidamente que es lo que a la persona querida le hace falta y se lo dan. Desarrollan un sentimiento de orgullo por ser indispensables.
Para favorecer el desarrollo personal los Dadores deben prestar atención a sus propias necesidades y recordar que todos somos amados por quien somos y no por lo que damos.
Talentos: Colaboradora, amistosa, franca, cariñosa
Dificultades: Adulador seductivo, manipuladora, dependiente
Tipología Tres: El Realizador
Los Tres son los niños que fueron premiados por sus éxitos. Por lo tanto deciden que el alto rendimiento y las apariencias serán premiados. Para alcanzar estos objetivos es necesario suspender las emociones internas y los impulsos y crear la imagen necesaria para convertirse en los mejores.
Evitan fracasar en el logro de los objetivos y se alejan de cualquier cosa que los distraiga de sus metas, como las emociones reales.
Para favorecer el desarrollo personal los Tres deben moderar su ritmo, dejar aflorar las emociones reales, fijar limites en el trabajo y permitirse escuchar y ser receptivo.
Talentos: Motivada, responsable, constante, entusiasta
Dificultades: Adicto al trabajo, manipulador, impaciente, entusiasta
Tipología Cuatro: El Romántico
Los Cuatro recuerdan una infancia donde sintieron una conexión emocional profunda, y relatan que de manera brusca la conexión se rompe. La experiencia del Cuatro es la pérdida de paraíso y un permanente sentimiento de destierro. La perdida original les hace sentirse abandonados con la sensación de que les falta algo importante. Aprenden a buscar el amor ideal o la experiencia para volver a sentirse amados y completos. Piensan que los demás poseen aquello que les hace sentir incompletos y, desarrollan sentimientos de nostalgia y envidia por lo que les falta. La intensidad emocional de esta búsqueda crea profundidad en las relaciones, creatividad artística en la poesía, la música, la danza y las artes visuales.
Para favorecer el desarrollo, el Cuatro debe centrarse en el momento presente y recordar lo positivo en lugar de estar pendiente de lo que le falta. Debe cultivar el mantenimiento de una linea de conducta constante pese a los sentimientos fluctuantes e intensos.
Talentos: Empatico, idealista, profundo, sensible, intrépido
Dificultades: Depresivo, cerrado en si mismo, emocionalmente inestable
Tipología Cinco: El Observador
Los Cinco son los niños que sintieron una intrusión por parte de otros. La escena familiar varia del niño que tuvo que crecer como hijo único y aprendió a estar solo, o el niño que creció en una familia numerosa . La percepción se basa en la creencia de que no iban a proveerle del suficiente amor y protección. Por lo tanto se concentró en minimizar sus necesidades y aislarse. El Cinco que siente la intrusión aprende a una temprana edad a levantar una muralla para evitar la perdida de su privacidad. Los Cinco son personas muy mentales cuyo principal objetivo es el desarrollo del intelecto y la acumulación de información relevante. Los Observadores creen que el mundo exige mucho de las personas y les da muy poco. Para protegerse de exigencias invasoras se convierten en seres reservados y auto suficientes. Esto lo hacen limitando deseos y necesidades y acumulando conocimientos.
Al distanciarse de los otros y de las exigencias emocionales que rigen las relaciones, los Cinco alcanzan una cierta libertad personal, pero a menudo se sienten solos. Los Cinco tratan de evitar los sentimientos intensos, sobre todo el miedo. Tratan de adivinar que es lo que los demás esperan de ellos y están secretamente calculando la energía y el esfuerzo que cuesta satisfacer las expectativas de los otros.
Para favorecer el desarrollo, el Observador debe comprender que existe una provisión natural y suficiente para apoyar y sustentar nuestra vida. Deben aprender a permitirse experimentar los sentimientos en lugar de separarse de ellos.
Talentos: Sabio, analítico, objetivo, perceptivo, respetuoso
Dificultades: Frío, intelectuales, arrogantes, retraídos
Tipología Seis: El Escéptico Leal
Los Seis son los niños que perdieron fe en la autoridad. Por lo tanto deciden que el mundo es un lugar peligroso donde no existe la confianza entre las personas. Este es el único tipo que presenta dos posturas, los fóbicos, que el temor y la desconfianza los llevan a ser vigilantes, a escapar amenazas y peligros percibidos y a obedecer a la autoridad y los anti fóbicos que deciden enfrentar los temores y desafiar a la autoridad. El seis debe recobrar la fe en si mismo y en los demás y aceptar una pequeña dosis de incertidumbre e inseguridad como parte natural de la vida.
Para apoyar al Seis en su desarrollo hay que invitarlo a corroborar la realidad real con la realidad imaginaria. Invitarlo a verificar los temores y las preocupaciones conversando con otros como manera de reducir al ansiedad. Al continuar la ejecución de actos positivos a pesar de sentir miedo, el seis aprende a contrarrestar sus dudas y temores.
Talentos: Fiel, cálido, sincero, servicial, solucionador.
Dificultades: Desconfiado, pesimista, paranoico
Tipología Siete: El Epicúreo
Los Siete recuerdan una infancia feliz, pero al indagar se descubre que fue una infancia problemática y dolorosa. Cuando el niño no puede sobrellevar y sentir el dolor, decide escaparse y refugiarse en los placeres y aventuras imaginarios que la mente puede planear. Por lo tanto deciden que el mundo limita a las personas, las frustra y les causa sufrimiento. Para protegerse de las limitaciones y las situaciones dolorosas, los siete imaginan posibilidades futuras placenteras y divertidas. Los siete son futuristas optimistas, aventureros lúdicos, personas encantadoras que saben disfrutar de la vida y hacen malabarismos para mantener abiertas todas las opciones, evitar el aburrimiento, las frustraciones y las situaciones dolorosas.
Para favorecer su desarrollo los Siete deben disminuir la velocidad mental, y observar cuando la búsqueda del placer es una reacción al miedo o la privación. Deben aprender a vivir en el presente y pensar menos en el futuro.
Talentos: Innovador, optimista, inspirador, divertido, gran agilidad mental
Dificultades: Disperso, irresponsable, superficial
Tipología Ocho. El Protector
El niño ocho tuvo una niñez combativa. Recuerdan de una infancia de lucha contra la injusticia donde alguien mas fuerte ejerció poder sobre ellos. Por lo tanto deciden hacerse fuertes y poderosos y a aprender a valorarse por sus propios medios. Creen que este es un mundo cruel donde los poderosos se aprovechan de la debilidad y de la inocencia de los demás. Los ocho expresan una ira intensa, apelan a su poder y su fuerza para defender la justicia y proteger a los mas débiles. Lo hacen con mucha energía y con gran impacto.
Para favorecer el desarrollo los Ocho deben notar su intensidad y el efecto que producen en los demás. Practicar ser pacientes y escuchar antes de actuar como una manera de moderar la impulsividad. Aprender a enfocar cada situación con una nueva perspectiva y sin prejuicios personales ayuda a reconocer la verdad.
Talentos: Generoso, Poderoso, Responsable, Entusiasta, Directo
Dificultades: Excesivo, Mandón, Vengativo, Dominante
Tipología Nueve: El Mediador
Los Nueve son los niños que se sintieron descuidados y aprendieron a ignorar sus propios deseos al fin de evitar conflictos y de mantener la unión con los demás. Esta renuncia les causa sentirse insignificantes, y la sobre adaptación les genera el auto olvido. Al olvidarse de si mismos logran fundirse con otros. Esta unión les permite entender posturas y opiniones diferentes y actuar como mediadores. Por lo tanto prestan mas atención a los planes, deseos y exigencias de los demás que a sus propias necesidades. Les causa dificultad el defender una postura, decir que no y que la persona se enfade, fijar prioridades y cumplir con compromisos adquiridos que no quieren cumplir. Expresan su enojo o rabia ignorada con una agresividad pasiva que se manifiesta en forma de terquedad y resistencia.
Para apoyar su desarrollo los Nueve deben comenzar por atender sus necesidades y su bienestar general. Deben lograr escuchar su propia rabia como una señal que se sienten rechazados. Es importante para los Nueves notar que los sentimientos que reprimen cuando se narcotizan con demasiada televisión, comida, lectura, etc les impide aprender a aceptar la incomodidad, desagrados y cambios como parte natural de la vida.
Talentos: Balanceados, accesibles, cálidos, simpáticos
Dificultades: Tercos, ambivalentes, indecisos y distraídos