A simple vista, con dos cazadores y un toro en el centro, el grabado sobre piedra descubierto en la zona de los Himalayas en la región de Cachemira, parece una escena de caza similar a la que se describe en muchas pinturas rupestres.
Sin embargo, la presencia de lo que parecen ser dos soles de los que emanan múltiples rayos hizo dudar a un equipo de astrónomos indios y alemanes, que reexaminaron este trozo de piedra encontrado en los años 60.
Tras una análisis exhaustivo, los astrónomos concluyeron que el tema de la imagen es otro.
Según el estudio publicado en el Indian Journal of History of Science, se trata posiblemente de la descripción más antigua de la explosión final que se produce cuando muere una estrella. Es decir, una supernova.
Si bien el estudio fue publicado en 2013, es recién ahora que su difusión alcanzó al público en general, gracias a un podcast que hizo que la noticia se publicara en los medios de prensa más importantes de India.
Supernova
Lo primero que pensó Mayank Vahia, astrónomo del Tata Institute of Fundamental Research, es que no podía tratarse de dos soles, ni tampoco de una luna y un sol, porque dada la proximidad entre ambos, la luna debería haberse encontrado en una fase parcial, y por ende no se vería tan brillante.
Tuvo que haber sido un objeto o fenómeno lo suficientemente brillante como para atraer la atención de los artistas, especuló el equipo.
Las supernovas, que liberan una inmensa cantidad de energía que permanece en el universo por miles de años, encajaban bien con esta teoría.
Por ello, los investigadores revisaron su catálogo para ver si un fenómeno semejante había tenido lugar alrededor de la fecha de origen del grabado, encontrado en un asentamiento que se remonta al años 4.300 a.C.
Y así fue como encontraron a una sola supernova respondía a este criterio: la HB9.
Esta supernova explotó alrededor del año 4.500 a.C. y su brillo era comparable al de la Luna.
Carta celeste
Por otra parte, el mapa del cielo de ese momento reveló otros detalles que dan más peso a la teoría astronómica.
Observada desde Cachemira, la explosión habría tenido lugar “cerca de la constelación de Orión, que se conoce como la escena de un cazador”, explicó Vahia.
“La supernova también explotó justo por encima de la constelación de Tauro, el toro, que también aparece en el dibujo”.
“El cazador de la derecha podría haberse formado con las estrellas de Cetus y el otro animal de la derecha podría ser Andrómeda y Pegasus“, añadió el investigador.
En definitiva, la escena, dice el estudio, en realidad es un mapa del cielo.
“Creemos que no es una escena de caza terrestre sino una carta celeste que muestra la ubicación de constelaciones prominentes y de la Luna, el día que la supernova fue observada por primera vez”, concluye el estudio.
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