El sabor de nuestras emociones
Aunque pensemos que los tenemos en cuenta en lo que comemos, no es del todo cierto. La mayoría de lo que cocinamos no respeta el sabor auténtico de los alimentos y está enmascarado por demasiada sal, azúcar, especias o grasas. Estos sabores tan intensos atrofian nuestras papilas gustativas y nos hacen adictos a los sabores fuertes, que no nos dejan apreciar el verdadero gusto de los alimentos.
El sabor de lo que comemos no es solo una cuestión de deleite para paladar, sino que cada uno de los sabores básicos nos va a aportar una energía específica y va a influir en nuestra emotividad de una manera diferente. Todos ellos son necesarios y su equilibro es fundamental para nosotros
Ya hace tiempo que no dedicábamos una entrada a la alimentación emocional y ya lo estabais echando de menos. En este caso hablaremos de uno de los conceptos básicos que tenemos que tener en cuenta a la hora de comer de manera emocionalmente equilibrada: los sabores.
Aunque pensemos que los tenemos en cuenta en lo que comemos, no es del todo cierto. La mayoría de lo que cocinamos no respeta el sabor auténtico de los alimentos y está enmascarado por demasiada sal, azúcar, especias o grasas. Estos sabores tan intensos atrofian nuestras papilas gustativas y nos hacen adictos a los sabores fuertes, que no nos dejan apreciar el verdadero gusto de los alimentos.
El sabor de lo que comemos no es solo una cuestión de deleite para paladar, sino que cada uno de los sabores básicos nos va a aportar una energía específica y va a influir en nuestra emotividad de una manera diferente. Todos ellos son necesarios y su equilibro es fundamental para nosotros. Así que para entenderlo mejor:
¿Cuales son los sabores básicos para tener una buena salud emocional?
Sabor Dulce
Un buen ejemplo de sabores dulces podría ser una crema de calabaza o arroz con leche de avena y compota de pera.
Alimentos: Verduras de raíz redonda, frutas de temporada, cereales cocidos (trigo, cebada, avena), frutas secas
Cocciones lentas: horneados, vapor, estofados, hervidos largos etc.
El efecto de este sabor te ayuda sentirte más relajado, más centrado emocionalmente, te ayuda en los momentos de dolor emocional intenso, como el duelo. También te ayuda a sentirte más comprensivo y compasivo
Sabor Salado
El uso moderado de este sabor también es importante, pero su procedencia es fundamental para que tenga un efecto beneficioso para nosotros y no perjudicarnos
Sal Marina sin refinar
Condimentos salados: salsa de soja, miso, umboshi
Algas marinas (nori, wakame, espaguetti de mar, etc.)
La falta o exceso de este sabor puede producir muchos desequilibrios tanto físicos como emocionales sobre todo en riñones y vejiga.
El efecto de este sabor es tonificante y te ayuda a sentirte más confiado, con valor y fuerza emprendedora
Sabor Amargo
Es otro de los sabores principales que tenemos que añadir cada día a nuestra dieta y se encuentra
Verduras de hoja verde, lechugas, escarolas, alcachofas, espinacas, en algunas alga, en semillas
Sin cocción o cocción mínima: 2 o 3 minutos
Tiene un efecto relajante y te ayuda a sentirte más tranquilo, de buen humor, en armonía, equilibrado.
Sabor Ácido
La falta de este sabor en nuestros alimentos puede producirnos desequilibrios a nivel en el hígado y en la vesícula biliar:
Alimentos: Cítricos, frutas frescas, alimentos fermentados (Choucrout), vinagre (preferiblemente de arroz)
Influye positivamente a recuperar nuestra paciencia, la creatividad, también la flexibilidad y el equilibrio emocional
Sabor Picante
Su uso mejor muy moderado y muy efectivo en caso de afecciones de pulmón.
En las especias: jengibre, mostaza, ajo, pimienta, curry
Algunas verduras crudas: berro, rabanitos, cebolla, nabo, puerro, cebollino, etc.
El efecto que tiene en nosotros este sabor es el ayudarnos a sentirnos positivos, de buen humor, con energía y a ser más abiertos y expresivos
Después de estos prácticos consejos, solo tienes que mezclar todos estos sabores en tu cocina diaria y aprender a equilibrarlos mejor ¿Te animas? Si tienes alguna consulta o comentario no dudes en hacernosla.
(Fuentes: alimentación macrobiótica 100% vegetariana, experiencias personales y los increibles trabajos de Montse Bratford)
Por: Auri Babarro Sastre