En verano, hay entretención más allá del mall
Ximena Abogabir S.
Antes de echar mano a la visita al mall como un panorama para compartir con nuestros niños, como padres debiéramos preguntarnos ¿cuál es el objetivo final de visitar estos espacios en familia? Si bien para un adulto la idea puede resultar muy entretenida, no necesariamente lo es para los niños.
Con el tiempo es posible que los niños se vayan encantando con la dinámica de estos lugares. Sin embargo, no hay que olvidar que con este encantamiento, también les traspasamos valores asociados al consumismo, el aprecio a lo desechable, la cultura chatarra y el convencimiento de que es necesario tener cosas –que no necesitamos– para ser felices, aunque sea solo por un rato.
Fuente : http://www.casadelapaz.cl/
Además, los centros comerciales son un espacio de sobreestimulación para los más chicos, donde se exponen a una saturación de ruidos, luces e imágenes publicitarias, que representan estereotipos de perfección, que están lejos de lo natural, lo auténtico y, sobre todo, de la belleza chilena.
¿Qué hacer? Los padres debemos jugarnos por alejarnos de estos espacios centrados en el comercio para así descubrir las otras alternativas de panoramas que la ciudad nos ofrece de cara a las vacaciones escolares.
Hoy existe gran cantidad de panoramas que nos permiten compartir verdaderamente con nuestros hijos, que aportan a su íntegro desarrollo y en los que ellos pueden gozar su infancia.
Están los parques y plazas, siempre disponibles para un picnic familiar; los Santuarios de la Naturaleza que rodean las ciudades; las Ciclorecrovías que se desarrollan los domingo en múltiples comunas; los huertos urbanos, que nos invitan a cultivar una chacra en familia y compartir con vecinos; los museos como el MIM, Artequín, o las bibliotecas con sus actividades de verano.
A estos panoramas se suman las ferias del trueque y los mercados de verduras; los talleres de oficios para niños o para la familia entera; junto a la cada vez mayor oferta de centros culturales o municipios, con sus ciclos de música y teatro para niños; los conciertos navideños, y más.
Hay un sinfín de panoramas allá afuera que nos permitirán aproximar a nuestros hijos a la cultura y a la naturaleza, desarrollando su capacidad intelectual y creatividad.
Hablamos de instancias de verdadero esparcimiento que además posibilitan un acercamiento hacia ellos, sus verdaderos gustos o preocupaciones, en suma conocerlos.
Fuente: Ser Padres.