COACH JORGE MÉNDEZ : “HUMANOS ESTAMOS CASI TODOS DE ACUERDO EN EL FONDO”
Para el coach y autor del manual de autoayuda “Cómo decir las cosas y no matarte ni matarme en el intento”, aunque los seres humanos tenemos los mismos objetivos y métodos, el principal problema son los vicios de la comunicación. Acá sus lecciones de vida.
Fuente : http://www.lanacion.cl/
Jorge F. Méndez es un “Life Success Coach”, se suma a la banca de los líderes que le dicen a los líderes qué hacer. Por lo general el consejo siempre es bajar las revoluciones, porque no sólo lidera el movimiento Slow Down en Chile (una corriente cultural que promueve la tranquilidad y lentitud en la rutina diaria), Méndez también publicó un libro de autoayuda que seduce por el nombre.
Ese cuya vida, lamentablemente, es lo que transcurre entre la casa y el trabajo. La propuesta del coach es lograr el diálogo con uno mismo antes de tratar de entender el resto de los mensajes del mundo.
El texto está orientado a quienes no saben cómo comunicarse con sus hijos o la pareja, por ejemplo. También es una herramienta útil para los líderes que desean mejorar la producción a través de una mejor comunicación con sus empleados. El autor dice que habla desde la experiencia cuando dice que intrínsecamente, “los seres humanos estamos casi todos de acuerdo en el fondo”, entre otras perlas.
TRES FORMAS DE COMUNICACIÓN FALLIDA
Para el coach uruguayo hay tres formas actuales en las que las personas “se dicen las cosas”: la primera es justamente no decir las cosas, ya sea por temor, vergüenza o timidez. Por otro lado, la gente cuando dice las cosas, no suele decirlo a la persona correcta lo que da pie al famoso pelambre o cahuín y finalmente también decimos algunas cosas desde la emoción de la rabia o la frustración cuando nos sobrepasamos, cree el experto.
¿Cuáles son los principales enemigos de las relaciones interpersonales, cuando se habla de comunicación?
La comunicación es la principal herramienta que tenemos los seres humanos, y al mismo tiempo es la principal dificultad. Justamente encontrar la forma para consensuar acciones comunes entre nosotros genera conflicto. Yo sostengo que los humanos estamos casi todos de acuerdo en el fondo. Todas las personas con criterio formado, salud mental y libre albedrío quieren ser felices y ver felices a sus más queridos, en donde chocamos casi siempre es en la forma de cómo hacerlo. Dicho de otra manera, acordamos y consensuamos los valores, pero la forma de llevarlos a cabo, los criterios, es muy distinta.
Imagen foto_00000001¿Cuáles son los lugares comunes de la mala comunicación?
La comunicación se confunde generalmente con información o hablar, pero es mucho más que eso. El fenómeno humano que valida al hablante es “el escuchar”. Escuchar con “dos orejas y una boca”, porque la naturaleza es muy sabia y descontaminar de historia lo interpretado es algo que no aprendemos de chicos, como si lo hacemos con caminar, leer, hablar o escribir. Cada ser humano está teñido por su propia historia personal y también por la social, eso quiere decir que si una persona durante su vida ha escuchado por parte de sus padres, amigos, profesores un juicio con respecto a él, por ejemplo con respecto a alguna habilidad: “no soy bueno para bailar”, cada vez que escuche la palabra “bailar”, generará una reacción física y emocional a ello. Por tanto, y usando el mismo ejemplo, si una pareja actual le dijera “vamos a bailar”, el primer aludido podría contestar “otra vez con lo mismo, ya te dije que no me gusta”. Desde ahí parte el conflicto. Sumado a esto hay muletillas como “te dije”, “y tú” o “viste” que utilizamos a diario como muestra de nuestro saber que destruyen todo tipo de comunicación, solo para afianzar esa estúpida intención de “querer tener razón”. Y esto es solo el comienzo.
¿Con qué ventajas contamos cuando se trata de llegar a un consenso a través del diálogo, por ejemplo en discusiones de pareja o debates con el jefe?
Casi todos los humanos queremos lo mismo; bienestar, felicidad, amor, tranquilidad. En esos grandes objetivos estamos de acuerdo. Esto se descubre con una sola pregunta: ¿para qué? Si preguntas para qué haces lo que haces, en el ámbito laboral algunos te contestarán por ejemplo: para ganar dinero. Y si sigues haciendo la misma pregunta: ¿y para qué?, contestarían: para satisfacer necesidades básicas y si continúas: ¿y para qué?, tal vez te dirían: para que mi familia esté bien, y si por último vuelves a preguntar…¿y para qué quieres que tu familia esté bien?. El ¿Para qué? es una pregunta que te lleva a un objetivo común a la gran mayoría de los humanos de esta tierra.
Domingo 12 de agosto de 2012| por Carlos Salazar
