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Higienismo

Higienismo, el arte de vivir en salud

Esta corriente busca mejorar la vida de las personas a través de la buena utilización de la energía vital, a través de una correcta alimentación, lo que permite un buen proceso de digestión.

El higienismo es un fenómeno en alza, aunque en Chile poco se sabe de esta corriente. En palabras de Desiré Merien, el higienismo o higiene vital se define como “un conjunto de prácticas encaminadas a preservar y restablecer la salud”. En la misma línea, Higea, agrupación -constituida en el año 2003- dedicada a la práctica de los principios del higienismo y a la divulgación de sus conceptos en pro del mejoramiento del ser humano, “la higiene vital es un todo, que después de devolver la salud a las personas, se le permite permanecer en el mejor estado posible y evitar recaer en los errores de vida que provocan las alteraciones de la salud”.

Fuente: http://www.puntovital.cl

Hoy en día, hay un creciente grupo de seguidores de este estilo de vida que tiene como principal particularidad la compatibilidad de los alimentos y la correcta distribución de la energía vital, la cual permite el buen funcionamiento del organismo.

Para conocer más a fondo de que se trata, Punto Vital conversó con Rodolfo Collado, profesor de educación física e higienista hace más de 7 años, quien nos comentó los principales principios y fundamentos de lo que él denomina es una “ciencia” más que un estilo o modo de vida.

Origen del Higienismo

 Para comprender cómo surge el higienismo, Collado señaló que ésta comenzó a desarrollarse luego de que unos naturistas norteamericanos se dieran cuenta que tenían las mismas enfermedades que el resto de las personas.

“Vieron que el naturismo no los había salvado de las enfermedades y luego de las investigaciones se dieron cuenta que la causa era el exceso de carbohidratos, proteínas y el estreñimiento, por lo que el problema radicaba en la combinación de los alimentos más que en la restricción de algunos de ellos”, comentó.

Fue así como surgió el principal fundamento de esta corriente: la correcta mezcla de los alimentos. “La higiene vital no prohíbe nada sólo se enfoca en como consumes y mezclas los alimentos, basado en un problema enzimático del estómago y de los intestinos”, dijo Collado. 

Hoy en día, hay un creciente grupo de seguidores de este estilo de vida que tiene como principal particularidad la compatibilidad de los alimentos y la correcta distribución de la energía vital, la cual permite el buen funcionamiento del organismo.
 

La energía vital

 Para entender como funciona esta corriente se debe, según Rodolfo Collado, tener en cuenta y saber el funcionamiento de nuestra energía vital.

“Al combinar los alimentos correctamente, reservamos para un buen vivir la energía vital. Esta energía está dentro de todo organismo y entre otras cosas nos permite vivir la sexualidad y la afectividad o relacionarnos con otras personas. En definitiva, todos los sistemas del cuerpo humano ocupan la energía para funcionar, por lo que las personas que mal comen gastan mayor energía vital en digerir los alimentos y los higienistas, ordenados y disciplinados, gastamos menos energía en los procesos digestivos y por eso la guardamos para otras cosas”, expresó Collado.

El higienismo te hace ver las situaciones en su real dimensión, por lo que tú no enganchas con la agresividad que se ve en las calles. Esto se debe a que mí energía vital la gasto en otras cosas y eso me hace tener una mejor visión del entorno y de lo que es importantes en la vida, ya que quienes gastan la energía para digerir un alimento se quedan sin fuerzas para combatir los problemas diarios y más cotidianos.

Para una correcta alimentación y, por lo tanto, para practicar la higiene vital se debe educar a las personas para que conozcan los componentes de los alimentos y puedan mezclarlos correctamente y así tener un buen funcionamiento digestivo.

Según Collado la gente se va educando de a poco, por lo que en la higiene vital existen tres grados o niveles:

1.- El higienismo radical: en el cual cerca de un 80% de los alimentos son crudos y se respeta el 100% de los principios.

2.- Mediano: aplican la mayor parte de los principios, en especial, todos aquellos derivados de la mezcla de los alimentos.

3.- Básico: saben hacer sus combinaciones, pero pueden comer carne de vacuno, pollo, pescados pero todos bien combinados.

Si bien, existen estos tres niveles, cabe destacar que “en ninguno de ellos se consume agua de la llave, leche, azúcar, ni alimentos refinados como arroz blanco ni harina; tampoco se utiliza el microondas (por la radiación electromagnética), se eliminan de la dieta las frituras, nunca se recalienta la comida y se consume sólo pan integral destrinado”, agregó.

 

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