¿Homeopatía Para Mascotas?
Para los que ya la conocen les gustará saber que sus amigos del alma también pueden tratarse con homeopatía. Y si aún no saben de ella los invito a seguir leyendo.
Empezaremos por lo primero que es definir, para los que aún no escucharon hablar de esta terapia, de dónde viene la Homeopatía. Es una concepción o idea de la medicina. Nació de la mano de un médico alemán, Samuel Hahnemann en el año 1796 y hace más de 200 años que se utiliza en diferentes países, principalmente, para medicina humana. Años más tarde, su mismo creador y fundador curó a su propio caballo de una afección ocular. Luego de esta experiencia, la Homeopatía se fue empleando en diferentes especies hasta el siglo XX, donde se utiliza en producciones, zoológicos y mascotas.
Sus principios básicos son cuatro
Ley de semejanza o similitud: los medicamentos utilizados sólo curan aquella sintomatología producida en un individuo sano. Es una forma de tratamiento basada en el principio de Hipócrates: “lo similar cura lo similar”. ¿Qué queremos decir con esto? Los medicamentos que le damos a nuestros animales actúan desde la semejanza con los síntomas que se presentan en ese momento.
Experimentación en el hombre sano: su creador, Hahnemann, sostenía que si una droga presume de algún buen efecto debería ser capaz de producir dichos síntomas en un ser sano, entendiendo de esta forma, que al tratar a un individuo enfermo lograríamos su cura.
Dosis Infinitesimal: quiere decir que las dosis homeopáticas fueron previamente atenuadas “reducidas” mediante agua y alcohol, eliminando toda posible toxicidad. A su vez, los medicamentos son “dinamizados” mediante sacudidas que potencian el medicamento y logran un mayor impacto en el ser vivo tanto a nivel emocional como orgánico.
Medicamento Único: durante los ensayos, el médico alemán, probaba un medicamento por vez. De esta forma lograba un manual de usos para cada sustancia cubriendo todos los aspectos del enfermo. Cuando el medicamento utilizado había agotado sus posibilidades se suspendía y pasaba a otro, esto se llama Homeopatía Unicista. También existen los médicos pluricistas que dan varias sustancias a la vez no cumpliendo con este principio.
Otra de las dudas más frecuentes que se me presentan es la procedencia de los “remedios”, ya que para algunas personas esta palabra les recuerda a todo lo alejado de lo natural. Los medicamentos utilizados en ésta terapia proceden de los tres reinos de la Naturaleza: vegetal, mineral y animal. Desde el nacimiento de la Homeopatía y la realización de miles de ensayos, se fueron descubriendo los medicamentos y, se fueron agrupando en repertorios o diccionarios homeopáticos donde el profesional homeópata consulta para llegar al remedio más adecuado para el animal.
Para iniciar un tratamiento homeopático no es necesario esperar a tener lesiones o que su animal enferme. La Homeopatía trabaja sobre la energía vital presente en cada ser vivo, armonizándola. Cuando ésta se desequilibra (por virus, bacterias, estrés, mala alimentación, etc.), llegado a un extremo, aparece la enfermedad. En este momento, la homeopatía ayuda al organismo a trabajar sobre la autocuración previniendo la aparición de enfermedades. El cuerpo tiene “memoria” (ej la varicela sólo se tiene una vez en la vida, luego se genera inmunidad) por lo tanto abordando esta terapéutica nos volveremos menos susceptibles a enfermar, olvidándonos de vacunas y otras drogas como antibióticos que tanto daño le provoca a nuestro compañero animal.
La consulta homeopática, habitualmente es como en pediatría, ya que los dueños del animal actuarían como “padres del niño”. Se puede realizar tanto en una veterinaria como en el domicilio del paciente. Debido a la importancia de su entorno diario, siempre es mejor ver sus lugares de elección para comer, tomar agua, dormir, etc. Esta primera consulta suele ser extensa, ya que como homeópatas nos importa todo, hasta lo más ridículo que se les pueda ocurrir que acostumbran o les gusta, o no tanto. Realizamos un cuestionario al propietario o a quien más conozca al animal desde su incorporación a la casa, enfermedades de la infancia si las hubiese y recuerden, hasta la actualidad, recolectando los datos más peculiares o raros para diferenciarlo del resto. Es como armar un rompecabezas con los síntomas particulares y propios del animal y por la ley de similitud encontrarle su medicamento homeopático.
En esta primera entrevista está la clave de un tratamiento exitoso, por ello su gran extensión a diferencia de una consulta veterinaria convencional. Es habitual que en los sucesivos encuentros se siga completando el conocimiento de nuestro paciente mediante nuevos aportes de los dueños o de observaciones posteriores. Es necesario tener en claro que los tiempos del tratamiento pueden variar dependiendo de la profundidad del desequilibrio que esté afrontando el animal en ese momento. Los dueños deben entender esto y armarse de paciencia. Buscamos generar una simbiosis entre el médico y el “intérprete” del animal para poder llegar a los resultados esperados por ambos. Muchas veces terminamos la consulta pidiendo al dueño que defina a su animal en 3 palabras.
Una gran variedad de enfermedades son posibles de tratar con Homeopatía, ya sea aliviando o curando a nuestro animal. Todo depende de la gravedad del trastorno, la cantidad de tratamientos anteriores que haya recibido y la colaboración de los dueños ante los cambios propuestos. Todo trastorno funcional, agudo o crónico, sin destrucción total o anulación de algún tejido noble, es posible revertir con Homeopatía. En la práctica diaria las consultas más frecuentes son trastornos de conducta, en piel, alergias alimenticias, trastornos digestivos, urinarios (principalmente en gatos) y diversos estados cancerosos.
Por último, una de las preguntas a las que nos enfrentamos bastante seguido y quiero desmitificar es, si su animal primero debe empeorar, conocido en el rubro como Agravación Homeopática, para luego mejorar y sanar. Pongamos un ejemplo, un animal llega con alergia cutánea, mucha picazón y pérdida de pelo por sectores. El dueño pregunta si primero debe quedarse pelado para luego empezar su curación definitiva. Esto es incorrecto. No es necesaria una agravación para empezar la curación. A veces puede ocurrir, pero no en la mayoría de los casos.
En resumen, elegimos la homeopatía por una simple premisa: funciona, no tiene efectos secundarios y es barata. Si bien muchos de nosotros comprendemos que la medicina tradicional no funciona en ciertos aspectos de la mejor manera, creemos que el modo de generar el cambio no es confrontándolo, sino buscando nuevas alternativas. La transformación comienza con uno mismo, así lo dijo Gandhi “sé el cambio que querés ver en el mundo”.
Por todas estas razones es que hoy, para mí, la medicina alternativa es la tradicional y mi primera elección es siempre la homeopatía. Bajo la premisa “dar es recibir” prueben darle una vida más natural y reconfortante a sus compañeros de ruta, ellos se lo van a agradecer.
Fuente: www.holisticoonline.com