Cómo construir la intimidad sexual
Factores hereditarios y externos
Se dice que la sexualidad de las parejas chilenas está mal construida. Y son varios los factores que influyen en ello. Hay que entender que la intimidad tiene dos niveles, el afectivo y el erótico y hay que saberlos cultivar en conjunto. Sumado a lo anterior, están los factores externos como los niños y el televisor presentes en el dormitorio matrimonial, entre muchos otros.
Fuente: http://www.solomujer.cl/
A raíz de las falencias en la intimidad de las parejas chilenas mostradas hace unas semanas en un programa periodístico, el ginecólogo y experto en sexualidad, Dr. Cristian Thomas -quien trabajó en dicho espacio-, explica los detalles y factores que influyen en la mala calidad intima de las parejas, la que se forma principalmente desde los primeros meses de vida.
A juicio del especialista, la sexualidad de las parejas se construye básicamente en dos niveles: uno el de la intimidad afectiva; y el otro en el de la intimidad erótica. Estos dos aspectos de interacción deben correr por carriles paralelos y cultivarse en forma permanente.
Pero hay parejas que se quedan sólo con la parte afectiva y se transforman en papás, más que en parejas, dejando de lado el aspecto sexual-erótico.
“Esta actitud es inconsciente, y no porque rechacen a su pareja, sino que para ellos este nuevo rol de padre es visto como una ventaja. En el caso de la mujer, el convertirse en madre, siempre le da muchas ganancias en lo social, cultural y al interior de la pareja. Y el hombre, al transformarse en padre, desliga especialmente las responsabilidades que tienen que ver con la pareja”, sostiene el profesional.
Según el Dr. Thomas, la actitud de cada uno respecto de la sexualidad, tiene mucho que ver con las familias de origen de ambos. “Los estudios realizados en terapias familiares y de pareja han descubierto que las formas de construir se heredan, y se transmiten de una generación a otra”, indica.
Aspecto erótico
La segunda etapa de conformación de una pareja, es la intimidad erótica. Esta tiene relación a cómo en los cuerpos de las personas se han escrito o grabado los significados de las caricias, el placer, dolor y golpes, entre otros.
“La intimidad erótica es el encuentro de los cuerpos que están ´escritos´ desde el momento del nacimiento en adelante. En cómo te acunó el padre o la madre. Cómo te acariciaron, te mudaron y cómo te fueron nombrando las partes del cuerpo. Todo eso va construyendo en la persona una especie de ´vestuario´ que te pones sobre la piel y que en el fondo son los significados. Entonces, cuando uno se encuentra con el otro, ya trae consigo un cúmulo de significados”, explica el profesional.
A modo de ejemplo, indica que si a una mujer, cuando niña no le nombraron o no le pusieron nombres a ciertas partes del cuerpo como la vulva y la vagina, -lo que ocurre con mucha frecuencia-, cuando ya es adulta y va al encuentro con la pareja, va con esas partes sin nombre.
“Y lo más grave es que -según los estudios del tema-, los especialistas se han encontrado con que esas mujeres tienen sus partes genitales ´eliminadas´, porque no tienen en su siquis la representación mental de ellas. Por tanto, no hay posibilidad de encuentro con el otro, aunque se llegue al coito. En consecuencia no hay representaciones de placer ni de ningún tipo”, asegura.
Por tanto, la intimidad erótica se construye desde los primeros momentos de vida en adelante. Y si el aspecto erótico fue mal escrito, por supuesto que van a haber malos resultados.
Según el ginecólogo, la intimidad erótica en Chile es de pésima calidad. “Está muy mal hecha desde nuestro nacimiento. Tenemos muchos tabúes en tocarnos, en nombrar las partes del cuerpo. A los niñitos se les habla del ´pilín´ y no del pene; y a las niñitas, ni siquiera se les mencionan sus partes íntimas. Entonces llegan a adultos con partes del cuerpo que tienen nombres absurdos, ridículos o simplemente, no los tienen”, sentencia.
La necesidad de un espacio propio
En conclusión, estos dos niveles, el de la intimidad erótica y el de la afectiva, constituyen buena parte del núcleo sexual de la pareja, y de su intimidad. De ahí la importancia de entender que en algún momento necesitan obligatoriamente sacar a los hijos de su entorno, mandarlos a la pieza, cerrar la puerta y tener intimidad de pareja. Y eso es precisamente donde las parejas fallan.
“En ese aspecto fracasan las parejas chilenas. Los niños incorporados en la vida erótica de los padres, son una especie de muro entre la pareja. Y son ellos mismos quienes los meten en la cama, porque de esa manera les impide tocarse, estimularse, abrazarse, es decir, vivir una sexualidad de adultos. Este tipo de parejas tienen un tipo de sexualidad muy infantil, a quienes les complica una sexualidad de adultos. Así se sacan de encima la responsabilidad con la pareja. Se transforman sólo en padres y eliminan la parte de amantes”, afirma.
El profesional asegura que esta situación trae mucho sufrimiento, dolor y repercusiones en la sexualidad de los propios niños. Son familias indiferenciadas que no logran establecer adecuadamente los roles de hombre y de mujer, los de padres y los de pareja y los roles de hijos.
Consejos a seguir
El especialista aconseja a este tipo de parejas que intenten diferenciarse de la familia origen. Que armen un núcleo familiar distinto al de los padres. Que no incluyan tanto a los suegros en su vida familiar. Que intenten disfrutar de las vacaciones solos y no con los padres y suegros. Sobre todo, antes que tengan hijos, pero después también.
“Además deben de armar espacios de intimidad propia, que apaguen el televisor en los encuentros íntimos. Es decir, deben procurar todas las condiciones adecuadas, sacando todos los estímulos externos, para que se vuelquen sobre ellos mismos”, aconseja.
El ginecólogo recomienda además sacar a los niños del dormitorio de la pareja a partir de los tres o cuatro meses. Así ellos se darán cuenta que pueden armar un mundo propio fuera del de los padres.
Otro aspecto importante a considerar en la pareja, es el trabajar la admiración, la sensualidad y el ser atractivo el uno por el otro, no sólo en el aspecto físico.
Doctor Cristian Thomas
Director Centro de Estudios de la Sexualidad Chile