La cocina: Toda la magia y los mejores momentos que nacen en ella
Lugar al cual otorgamos un cuidado y consideración especial en nuestro hogar, donde nacen emociones que validan nuestro pasado, presente y futuro.
Aromas, sabores, texturas, sonidos, momentos…diversos sentimientos y sensaciones que surgen a través de la cocina. Un lugar de encuentro, comodidad, un refugio después de un laborioso día, el lugar donde los integrantes de una familia se esmeran para otorgarle cariño a los suyos, mediante una preparación que puede ir acompañada de una tierna caricia, otorgada a un ansioso niño que pregunta: “¿Qué hay de comer?” o a través de una consulta solícita de éste: “¿Te puedo ayudar?”, gesto que ha establecido sólidas alianzas y consolidado hermosos momentos en las personas que han vivido dicha comunión.
Fuente: http://www.guioteca.com/
Complicidad que trasciende en quien la vive, a través de situaciones tan simples y cotidianas como picar cebolla, revolver un guiso, exprimir el jugo de un limón, lavar las hojas de una lechuga, dorar un sofrito en una sartén…acciones habituales que establecen nuestra conducta y disposición frente a variadas situaciones, ya que generan un sentido de eficiencia, protección, laboriosidad y trabajo en equipo, por ejemplo, la clásica organización familiar : uno de los integrantes se encarga de cocinar, otro dispone la mesa y un tercero lava la loza y ordena la cocina, concluyendo un ritual tan importante y arraigado en nuestro quehacer diario.
la cocina
Foto: El Mercurio
Creo que a todos les ha ocurrido que recuerdan a una persona o un momento específico de sus vidas al probar una comida, incluso, se emocionan cuando sienten un aroma y/o sabor que evoca a alguien muy especial o instancias que nos han marcado. El gusto que se puede percibir de una preparación hecha por nuestros padres, evocar un aroma que nos recuerda el olor que sentíamos al despertar y sabíamos que nuestra madre estaba cocinando, pensando ansiosos cuál era el plato del día. Cariño, sólo y simplemente eso, uno percibe el cariño y amor que se otorga al cocinar, porque dichos sentimientos es el objetivo de quienes se dedican, en cualquier modalidad, a entregar afecto a través de una preparación.
Disfrutar en el hogar
El hogar, lugar que determina nuestros gustos y preferencias. Quién no ha ansiado una deliciosa sopa caliente, al retornar a casa en un frío día y sentir el calor de hogar al probarla, siendo reconfortados y acogidos por este sencillo plato, incluso, algunos mantienen la tradición, sobre todo el patriarca de la familia, de tener un ají verde o cacho de cabra y “rasparlo” dentro de la sopa para otorgar más sabor, ají que puede durar días y está reservado sólo para quien tiene el “privilegio” de consumirlo, estableciendo costumbres y códigos dentro de la casa.
Entrar a la cocina y ver un gran frasco de cebollas en escabeche, un queque enfriándose cubierto por un paño, una fuente con pebre, pan amasado recién hecho, nos genera afecto en el corazón y la satisfacción de disfrutar las cosas simples de la vida. Simples porque todos tenemos la capacidad de brindar amor a través de la comida, acogiendo a la persona que llega a nuestra casa, ofreciendo una taza de café y una tostada con mantequilla, cuyo aroma al prepararla otorgará inmediatamente la sensación de bienvenida y resguardo en el otro.
Cuidémonos y aprovechemos los sencillos recursos que tenemos a disposición para ser felices, otorgando felicidad a los demás, a nuestras familias, a las personas que queremos. Brindemos cariño a través del lugar más cercano, implementado por nosotros: la Cocina y los bellos momentos que podemos crear gracias a ella.