La importancia de las fiestas en familia
¿Por qué es tan relevante celebrar estas fechas con los más cercanos y sentirse acompañado? A continuación, un sociólogo y una psicóloga y terapeuta familiar lo explican.
Los ritos ceremoniales de marcación del fin de año son importantes, ya que dan la pauta para evaluar y proyectar: marcan el cambio de página. Esta evaluación que cierra un ciclo innegablemente debe hacerse con los seres queridos.
Fuente : http://www.educarchile.cl/
Conseguir un pasaje de bus o de avión en estos días del año no es algo sencillo. A veces los precios se elevan por los cielos. Pero, de entre los que tienen la posibilidad de hacerlo, ninguno quiere dejar de viajar para estar con sus cercanos. Es que junto a las fiestas patrias y los cumpleaños, las celebraciones de fin de año son las que más fomentan la interacción con los seres queridos, ya que socioculturalmente están concebidas como fechas familiares.
Los ritos ceremoniales de marcación del fin de año son importantes, ya que dan la pauta para evaluar y proyectar: marcan el cambio de página. Esta evaluación que cierra un ciclo innegablemente debe hacerse con los seres queridos. “Tú no evalúas tu vida de forma individual, sino que lo haces en forma grupal. De alguna manera toda la sociedad está en ese plano”, asegura el sociólogo Matías Lee, y agrega que la familia entrega la primera formación. Es donde uno aprende a caminar, a hablar y todo lo que pasa después, en el colegio por ejemplo, es un reforzamiento de lo ya aprendido. “Entonces si entendemos que la familia es el núcleo primigenio de las pautas y valores sociales, obviamente yo cuando vaya a la evaluación de lo que es mi vida y de lo que ha sido mi año (…) también voy a ir a mi núcleo. Y por eso es tan importante volver a tu origen y juntarte con tu familia, que tal vez no has visto en todo el año”.
Y es cierto, más allá de los paseos con maletas, los calzones amarillos y el comer lentejas, hay gente que se propone nuevas metas con el cambio de folio. Teresita Prieto, psicóloga y terapeuta familiar cuenta que según su experiencia en “fin de año en general, entre noviembre y diciembre hay mucha consulta familiar. Yo creo que tiene que ver con que la gente se quiere proponer hacer cosas distintas, hacer cambios, no repetir lo mismo”. Y dice que, al igual como sucede en las empresas que se plantean objetivos para el año venidero, en esta época las personas preparan metas personales, como querer mejorar su matrimonio o la relación con los hijos. Eso sí, opina que hay que ser perseverante para lograrlo y no quedarse en las promesas como les pasa a algunos por estos días.
Según Teresita, sobre todo la navidad está concebida como una festividad para pasar junto a los cercanos. Ella asegura que, independientemente de cuán religioso o secularizado sea un hogar, “la navidad es un rito que hace evidente, obvio, que tú tienes que estar con tu familia (…) Desde la época del cristianismo se celebra el nacimiento de alguien, que es formar familia: papá, mamá, hijo”. Sin embargo, señala que hay mucha gente que se siente sola en estas fechas y que evidentemente hay un estrés, porque los conflictos existen en todas las épocas del año y “hay mucha más presión por mostrarse contento, acogedor, simpático, dar la bienvenida a las personas que vienen a tu casa a comer y puede ser que no necesariamente uno esté ni tan contento, ni con tantas ganas, ni con tanto espíritu de fin de año, y tienes que cargar con eso de una manera mucho más callada”. La fórmula para sobrellevar estas situaciones de la mejor manera es sincerarse con uno mismo y con los cercanos y apoyarse en ellos, sin fingir que uno lo está pasando bien cuando eso no está sucediendo.
En cuanto a la imagen de la navidad creada por la publicidad en que se ve sólo a gente contenta comprando regalos, Teresita opina que eso implica una presión y que “es súper utópico pensar que en diciembre, cuando uno está más cansado y tiene todo el año encima, a nadie le pase nada”. Cree que el consumismo excesivo y el compromiso de saludar a todo el mundo afecta el ánimo de las personas y a veces las deja sin tiempo para reflexionar en estas fechas. Matías Lee, por su parte, piensa que el hecho de regalar tiene otro significado y cree que cabe preguntarse “¿por qué estás regalando? Porque precisamente es un momento importante del año” y dice además que, aunque tal vez en alguna medida se ha perdido el sentido real de fin de año, “en términos amplios de espiritualidad, de tiempo de vida, etc., sí se sigue considerando una fecha importante. Tal vez para mí sería peor, viéndolo desde ese punto de vista, que no se hicieran regalos y en realidad que tampoco se celebrara (…) Me parecería mucho más grave que la fecha y su significación simbólica se viera relegada”, asegura.
