Es sabido que el bienestar emocional y mental va de la mano de la buena salud física, por ello las emociones positivas que puede generar la naturaleza, el arte o la espiritualidad, ayudan a mejorar la salud y sobre todo, favorecen las defensas del organismo, según lo ha comprobado un reciente estudio.
Si bien las citoquinas proinflamatorias contribuyen a defender el organismo, si se mantienen elevadas a largo plazo en nuestro cuerpo, pueden contribuir al desarrollo de enfermedades metabólicas tales como la diabetes, Alzheimer, depresión o enfermedades cardiovasculares. Y se ha comprobado que las emociones positivas pueden reducir los niveles de estas proteínas que favorecen la inflamación.
Mediante dos estudios por separado, más de 200 adultos informaron durante un día acerca de las diferentes emociones que experimentaron y al mismo tiempo, se tomo muestras de sus encías para evaluar los niveles de interleuquina 6, una citoquina pro- inflamatoria.
Los resultados muestran que aquellos que más emociones positivas registraron, tales como admiración, amor, alegría, diversión u orgullo, tenían menores niveles de este tipo de citoquinas que promueven la inflamación y que a largo plazo, en niveles elevados, pueden perjudicar la salud.
Entonces, cuidar nuestro estado emocional puede ayudarnos a cuidar la salud física sin lugar a dudas y ello, puede lograrse mediante el contacto con la naturaleza, con la música u otro tipo de arte, o bien, mediante la religión y la espiritualidad.
Concluyendo, además de llevar una buena alimentación, descansar lo suficiente y hacer ejercicio con regularidad, si queremos cuidar la salud física, también es necesario mimarnos con emociones positivas diariamente.