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La paz

 

El significado de la paz

La paz significa que se une lo que antes estaba en oposición. Se reconoce mutuamente lo que antes se había excluido, lo que antes combatió, hirió, hizo la guerra e incluso quiso destruirse, ahora deplora las víctimas de ambos bandos y el dolor que mutuamente se infligieron. ¿Qué es lo que hace la paz? Aquellos que se colocaron por encima de otros y los consideraron de menor valía o como enemigos, a

Fuente : http://cristinallaguno.blogspot.com/hora pueden reconocerlos como iguales. Valoran mutuamente los que cada uno tiene de especial, unos y otros toman y reciben. La paz entre ellos amplía sus límites personales, permite la diversidad y lo propio de cada uno y facilita el actuar en conjunto. Esta paz comienza en el alma de uno mismo. Lo que antes habíamos rechazado, marginado y deplorado, ahora puede tomar su lugar; uno reconoce su significado, sus consecuencias y su contribución a nuestro crecimiento e incluso uno lo ama.

 

La paz significa que se une lo que antes estaba en oposición. Se reconoce mutuamente lo que antes se había excluido, lo que antes combatió, hirió, hizo la guerra e incluso quiso destruirse, ahora deplora las víctimas de ambos bandos y el dolor que mutuamente se infligieron.

¿Qué es lo que hace la paz? Aquellos que se colocaron por encima de otros y los consideraron de menor valía o como enemigos, ahora pueden reconocerlos como iguales. Valoran mutuamente los que cada uno tiene de especial, unos y otros toman y reciben. La paz entre ellos amplía sus límites personales, permite la diversidad y lo propio de cada uno y facilita el actuar en conjunto.

Esta paz comienza en el alma de uno mismo. Lo que antes habíamos rechazado, marginado y deplorado, ahora puede tomar su lugar; uno reconoce su significado, sus consecuencias y su contribución a nuestro crecimiento e incluso uno lo ama. Esto significa que nos despedimos del ideal de la inocencia que no pide ni exige, que prefiere sufrir en lugar de actuar, que prefiere quedar niño en lugar de crecer.

Esta paz tiene su continuidad en la familia. Muchas familias desean permanecer inocentes, cuidan su apariencia y esconden, marginan y eliminan todo lo que pueda afectar su imagen de inocencia. De esta forma se hacen culpables para quedar inocentes, Expulsan a algunos miembros de la familia, se avergüenzan de ellos y reprimen su recuerdo porque su destino trágico les da miedo y porque su recuerdo les duele. Así es como esta familia se atrofia y se aísla.

La paz en las familias no es nada fácil y de alguna manera es incomoda. Quien desea la paz y sirve a la paz está dispuesto a cargar lo difícil, lo doloroso, la culpa. La paz da un lugar en el alma a todos los miembros de la familia. incluso si no son como otros desean o como quisieran que fueran. La paz enfrenta el reto y el conflicto que al final resulta en que se reconoce como iguales y se ama a los demás y a la otredad.

¿Cómo podemos promover la paz también en otras áreas?, quizá al principio solamente en círculos pequeños, entre vecinos o en el lugar de trabajo, más adelante también en lugares donde tenemos mayor responsabilidad, en una organización o bien en la política.

En un grupo solamente podemos promover la paz si respetamos por un lado la dignidad de todos los participantes, como también, por otro lado, lo que tienen de especial, lo que son y lo que hacen, lo que contribuyeron al todo. Esto requiere que respetemos también su culpa y no les quitemos la responsabilidad por las consecuencias de su culpa. Esto es también parte de su dignidad.
No es que la paz evite conflictos. Porque en el conflicto, los participantes demuestran los que es importante para ellos y donde se sienten amenazados. En el conflicto ellos hacen valer lo propio hasta que tienen que admitir donde y en que medida los demas les ponen limites. Solo entonces será posible que haya equilibrio e intercambio entre ellos,. Esto permite que cada uno crezca y se enriquezca a través de lo especial que tiene el otro. En tal sentido, el conflicto es una condición para la paz, y la prepara.

La paz nunca es completa. La paz perpetua, como muchos la sueñan, sería la absoluta paralización. Sin embargo, con la paz culmina algo, lo que antes ha agotado a las fuerzas en conflicto, ahora retrocede lleno de paz. Pero tenemos que permitir que el conflicto retroceda; de otro modo después de solucionado se reactiva ¿y qué es lo que reactiva el conflicto nuevamente? ¡el recuerdo! por tal motivo, lo que pasó hay que dejarlo que pase.

Son especialmente los grupos lo que ponen en peligro la paz. Si no vamos hacia el otro como persona individual, si nos percibimos predominantemente como parte de nuestro grupo, y a al otra persona también la percibimos como parte de su grupo, nos quedamos ciegos frente a quien es individuo. Como parte de un grupo muy fácilmente nos enajenamos de nosotros mismos, como si quedáramos sin sentido, y así nos disolvemos en el colectivo.

¿Cómo puede lograrse la paz entre grupos? Ya que los individuos son en gran medida impotentes ante las fuerzas colectivas, aún si conservan su cordura ¿qué posibilidades tienen? Deben esperar el momento adecuado hasta que la destrucción se agote. Pero pueden preparara el camino hacia la paz en un circulo pequeño. Esto mientras tanto, requiere que ellos aguanten el conflicto, incluso que admitan el conflicto como algo inevitable.

La mayoría de las veces estos conflictos datan de mucho tiempo atrás, pero siguen actuando en las almas de los descendientes. En las constelaciones familiares a través de los representantes se logra confrontar a aquellos que originalmente participaron en el inicio del problema. Ambas partes se miran a los ojos quizás por primera vez, se miran como seres humanos iguales entre si, con los mismos derechos y la misma dignidad, comprenden lo que cometieron contra los demás y lo que otros han sufrido por causa suya; juntos empiezan a llorar por lo perdido, se reconcilian y encuentran paz.

Es entonces que los descendientes pueden también reconciliarse, pueden honrar a las víctimas y reparar en su memoria la injusticia anterior si todavía es posible repararla. Entonces pueden dejar atrás el pasado y obrar de manera constructiva en el presente.

En las constelaciones familiares, la obra de la reconciliación comienza en el alma individual y en la familia. Si ahí es posible la reconciliación está puede expandirse hacia grupos mayores. Por eso en las constelaciones familiares permanecemos humildes y concientes de nuestros limites. La Paz profunda y duradera se sustrae de la intención

Donde la paz se logra la recibimos como un regalo

Artículo publicado por la Revista Interior no 02
Del Instituto Bert Hellinger de México
Traducción Raquel Schlosser

Del Libro La Paz Comieza en las almas
Editorial Carl Auer

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