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May 4, 2011
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La Predicción de Terremotos

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Gracias a las reveladoras investigaciones del Dr. Masaru Emoto, sabemos que el agua está viva y responde con el lenguaje propio de nuestras emociones, el agua nos muestra con sus cristales todo tipo de vibraciones que afectan sobremanera a nuestro mundo y sobre todo a nuestro cuerpo.

Hace 7 u 8 años, el entonces Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Japón publicó una convocatoria invitando tanto al sector público como al privado a participar en el Concurso de Investigación y Desarrollo de nuevas tecnologías, con el fin de otorgar apoyo financiero a los proyectos destacados. Al enterarme de esta convocatoria, pedí al Dr. Yasuyuki Nemoto -el entonces jefe de investigadores del Centro de Investigación IHM- preparar los documentos necesarios para dicho concurso, ya que desde hacía tiempo yo tenía una idea muy novedosa e interesante.

Mi propuesta consistía en establecer en varias regiones de Japón Centros de Investigación de Cristales de Agua, cuya actividad principal sería tomar muestras de aguas naturales de la región y fotografiar los cristales todos los días. Estas fotos servirían de base de datos para pronosticar los posibles terremotos, señalando fecha, lugar y magnitud del fenómeno, a partir del análisis de las variaciones registradas en los cristales.

Esta metodología se basa en la idea de que el agua es el único canal que nos permite atrapar el HADO (la vibración). Naturalmente, mientras las fotografías muestren cristales de agua hermosos no pasa nada. Sin embargo, cuando los cristales empiezan a sufrir deformaciones paulatinas, se puede considerar que el agua nos está avisando un temblor, lo cual ocurrirá cuando el grado de deformación llegué a su punto máximo. El agua es capaz de avisarnos un terremoto y sobre esta teoría desarrollé el sistema de prevención de desastres naturales. Se trataba de un sistema muy novedoso, pero con un buen fundamento.

El caso del sismo del año 2.000

En octubre del año 2000, cuando ocurrió el Sismo de Tottori, en la zona oeste de Japón, una sacerdotisa de un santuario local lo presintió y se le ocurrió tomar muestras de agua de un pozo antes del sismo, el mismo día y un día después, las cuales envió al Centro de Investigación IHM.

Toda la sabiduría está depositada en la Naturaleza, y nosotros siempre aprendemos de ella. Ahora estamos viviendo en un planeta llamado Tierra. ¿Cuánto tiempo llevamos viviendo en este planeta? Seguramente, desde que empezamos a vivir como seres humanos, han pasado más de 5 millones de años y durante esos 5 millones de años, nuestros ancestros han convivido y compartido los momentos buenos y malos con la Naturaleza de la Tierra. Gracias al agua y a los alimentos, así como a los techos y ropas que nos provee la Naturaleza, hemos logrado sobrevivir. Sin embargo, en algunas ocasiones ha muerto mucha gente a consecuencia de desastres naturales cuando la Naturaleza ha castigado al ser humano con toda su furia.

Misión de los Ancianos y los Chamanes

Dicho de otra forma, nuestros ancestros lograban sobrevivir en la Tierra gracias a la sabiduría ancestral que les enseñaba a armonizar y mantener buena relación con la Naturaleza; y para ello, por medio de ofrendas y plegarias, siempre expresaban su agradecimiento y amor a la Naturaleza. Lo más importante era mantener diálogos y comunicación constante con la Naturaleza. Sin embargo, ésta no habla en el mismo lenguaje que nosotros.

Como expliqué en mi libro Los mensajes de agua (1999), la Naturaleza puede oírnos y comprender nuestro mensaje. En cambio, desafortunadamente, nosotros ya hemos perdido el poder de comprender su lenguaje. Sin lugar a dudas, nuestros ancestros intentaban capturar todas las señales transmitidas por la Naturaleza, manteniendo activas las percepciones humanas, especialmente los ancianos y los chamanes de la tribu, quienes sobresalían en esta capacidad muy por encima del resto.

Acciones de la civilización moderna después de Cristóbal Colón

Sin embargo, después del descubrimiento de América por Cristóbal Colón, las políticas colonizadoras del imperialismo occidental consideraron la existencia de dichos líderes espirituales como un grave obstáculo para lograr su objetivo y emprendieron la tarea de exterminarlos con el uso de la violencia. A partir de entonces, cada vez que se necesitaba justificar algún acto cometido por su interés y conveniencia, utilizaban el argumento: “en nombre de la ciencia”.

Uno de los malos hábitos de la sociedad académica, que repercute hasta hoy, es un concepto que es considerado como “absolutamente incuestionable” entre los científicos. Se trata de la palabra “Reproducibilidad” (o capacidad de ser reproducido). Todos los pensamientos basados en HADO han sido rechazados implacablemente por los científicos debido a esta creencia ciega; y de esta manera, los científicos jugaron un papel casi determinante al cerrar la puerta que pudiera conducirnos a recuperar la sutil comunicación con la Naturaleza.

Sin embargo, ¿es realmente aceptable la tendencia que prevalece en la sociedad científica que afirma tajantemente que mientras no se compruebe la reproducibilidad de un hecho, éste no merece ser valorador como científico.

Personalmente, no puedo aceptar esta idea de ninguna manera.

Por ejemplo, todos los fenómenos naturales son fenómenos de HADO, de manera que comprobar la reproducibilidad sería una tarea extremadamente complicada, que el nivel actual de la ciencia difícilmente lograría. El 11 de marzo de 2011, a las 15:30, tuvo lugar el Sismo de Tohoku Kanto, en Japón. El número de víctimas fue de más de 13.000 personas… ¿Existe algún científico que haya logrado pronosticar este desastre? Ninguno.

El origen de la Naturaleza es el “agua”.

Durante muchísimo tiempo, los seres humanos evadimos los esfuerzos por conocer a fondo sobre qué es el agua. Al contrario, se trató de eliminar a aquellos investigadores que empezaron a destacarse por obtener resultados relevantes sobre este tema.

Hace 12 años, se publicó mi libro Los mensajes de agua, y desde entonces se ha traducido a varios idiomas. Gracias a estos esfuerzos, más de 5 millones de personas han leído el libro y han expresado su profunda empatía. Es decir, las personas que son capaces de percibir los sentimientos de la Naturaleza levantaron las manos diciendo “¡Estoy de acuerdo!”, “¡Apoyo la hipótesis que nos presenta Emoto!”. Esto ya se ha convertido en un fenómeno social que, según mi opinión, nadie puede ignorar.

Creo que un gran número de personas de todo el mundo pudieron observar las imágenes del tsunami azotando las costas del noreste de Japón inmediatamente después del terremoto. Normalmente, el agua es muy hermosa y una gran sanadora para nosotros. Pero en esta ocasión, el agua del tsunami en la pantalla del televisor parecía despojarse de todos los sentimientos para castigar a la humanidad, sin misericordia, como si fuera un verdugo.

Yo he repetido incesantemente a la gente que “el Agua es el Mensajero de Dios”. Por lo tanto, creo que el terremoto y el tsunami de 11 de marzo representan la advertencia de Dios, no solamente al pueblo japonés o a las regiones de Tohoku-Kanto, sino a toda la humanidad; y además, podría ser la última.

¿Qué nos advierte Dios? Seguramente nos insta a recuperar con urgencia la capacidad para dialogar con la Naturaleza. Por otro lado, los graves daños de la planta nuclear de Fukushima llegan a tal grado que se detecta la filtración de radioactividad a un nivel muy alarmante. Esta noticia también la considero como la advertencia de Dios hacia toda la humanidad de que ya debemos cerrar todas las plantas nucleares porque representan la Caja de Pandora llamada “fuerza atómica” que nunca deberíamos haber abierto.

Les pido a los científicos que, por favor, se abstengan de bloquear implacablemente esta hipótesis ejerciendo presiones sociales. Puede que estén en desacuerdo con esta idea, pero no tienen derecho a obstaculizarla.

Por otro lado, les pido a aquellos científicos que tienen la suficiente sensibilidad como para entender mis teorías que, por favor, se levanten y actúen con determinación, ya que ¡estamos en una verdadera emergencia!

Masaru Emoto es graduado de la Yokohama Municipal University y doctor en medicina alternativa de la Open International University. El Dr. Emoto ha desarrollado un extenso trabajo de investigación sobre el agua. El Dr. Emoto es autor de los libros Mensajes del Agua, La Vida Secreta del Agua y El Poder Curativo del Agua. Actualmente es presidente de la IHM General Research Institute y de la International Water for Life Foundation.
www.masaru-emoto.net

Fuente: http://www.mundonuevo.cl/blog/articulos/la-prediccion-de-terremotos-rechazada-de-emoto/

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