Lo que las peleas le hacen al cuerpo
Más allá de pasar un mal rato, las discusiones podrían llevar a la tumba. Así al menos lo indica una investigación del departamento de salud pública de la Universidad de Copenhague, donde se analizó el vínculo entre relaciones sociales estresantes y mortalidad.
“Una relación humana mal manejada genera un estrés permanente que puede asociarse con un mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con los aumentos de la hormona del estrés (cortisol) y la presión arterial”, explica Mauricio Fernández, cardiólogo de Clínica Alemana.
Fuente : http://impresa.elmercurio.com/
El estudio, difundido a comienzos de mayo en la revista Journal of Epidemiology & Community Health, recolectó información sobre trabajo, desempleo y salud en cerca de 10 mil hombres y mujeres de 36 a 52 años de edad, durante 11 años (de 2000 a 2011). Al ser consultados por sus relaciones personales, los hijos aparecieron como la mayor fuente de exigencias y preocupaciones, seguidos por el cónyuge. El equipo, encabezado por la doctora Rikke Lund, calculó que el estrés generado por dichos problemas, sumado a otros factores de tipo genético, ambiental o socioeconómico, se traducía en un aumento de entre el doble y el triple de riesgo de muerte, en comparación con quienes tenían rara vez estos conflictos. Las personas sin trabajo resultaron ser las más vulnerables.
“Una relación humana mal manejada genera un estrés permanente que puede asociarse con un mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con los aumentos de la hormona del estrés (cortisol) y la presión arterial”, explica Mauricio Fernández, cardiólogo de Clínica Alemana.
Por eso, al vivir con problemas personales no resueltos, el costo es alto para las relaciones humanas en sí mismas y también para la salud. Especialmente porque ante este tipo de situaciones, agrega el doctor Fernández, las personas buscan alivio poniéndose a fumar, tomando alcohol o alimentándose mal, en vez de recuperar el equilibrio vital, que es lo más importante como prevención, junto con hacer ejercicio y cuidar la dieta.
Liste Rossel, psiquiatra de Clínica Las Condes, asegura que el malestar causado por conflictos se expresa desde el cuerpo. Considera importante distinguir entre el estrés, que nos prepara para la acción, y el distrés, asociado al colapso y la sensación de no poder enfrentar un desafío. “El distrés rompe un poco el equilibrio homeostático del organismo; aumenta los niveles de cortisol, y eso deprime nuestro sistema inmunitario, dejándonos más proclives a virus y bacterias”, explica.
La solución no está en evitar las peleas, acumulando rabias: el doctor Rossel recomienda buscar la asertividad. “Lo ideal es una conversación franca, directa, que cuide las formas, sin omitir eso que molesta”.