Desde tiempos inmemoriales, y mucho antes de ser utilizado como condimento culinario, el ajo ha sido utilizado como un medicamento tradicional con grandes beneficios.
Los estudios modernos han comprobado que este maravilloso alimento contiene vitaminas A, B y C, potasio, hierro, sodio, fósforo y azufre. Pero ¿en qué forma ayuda a nuestra salud? Conozcamos más acerca de sus propiedades:
• Antibiótico y antimicrobiano. El ajo actúa sobre hongos y bacterias evitando su proliferación y actuando contra las infecciones.
• Antihipertensivo. El ajo mejora la circulación sanguínea dilatando los vasos, aumentando el flujo sanguíneo y relajando el sistema circulatorio.
• Protege el sistema respiratorio. Su acción antiséptica y expectorante ayudan a evitar la bronquitis y a la cura del asma y las alergias.
• Mejora el sistema inmunológico.
• Desintoxicánte. Ayuda a depurar las sustancias tóxicas del organismo.
• Antidepresivo. Al aumentar la energía y la vitalidad mejora enormemente la calidad de vida.
• Reduce el nivel de colesterol “malo” y aumenta el nivel de colesterol “bueno”.
• Protege el sistema digestivo. Por su acción antidiarréica y digestiva.
No existe excusa para dejar de consumir este poderoso alimento, pero recordemos que para disfrutar sus propiedades debemos ingerirlo crudo, sabemos que su sabor fuerte puede resultar poco agradable, pero una cucharadita de ajo picado en las sopas o ensaladas puede ayudarnos a prevenir muchos problemas de salud.
