Los ‘girasoles fotovoltaicos’, la última moda en autoconsumo
Un solo girasol solar produce energía eléctrica suficiente para abastecer varios hogares, además de producir energía térmica para alimentar una desalinizadora de agua o la bomba de calor de un sistema de refrigeración
La naturaleza ha inspirado gran parte de los avances tecnológicos que disfrutamos en la actualidad, y un sector tan innovador como el de las energías renovables no podía ser menos. Los girasoles fotovoltaicos de uso doméstico desarrollados por la compañía austriaca Smartflower, son un claro ejemplo del uso de la biomímesis para tratar de multiplicar el rendimiento de los dispositivos inspirándose en las características biológicas de los girasoles. Ahora el girasol solar Harvester de la compañía Suiza Airlight Energy mejora las prestaciones de su homónimo, con la ventaja añadida de proporcionar electricidad y calor en un mismo dispositivo.
Al igual que los girasoles austriacos, el girasol solar de Airlight Energy está orientado al abastacimiento doméstico y en especial, para aquellos núcleos de población sin posibilidades técnicas de acceso a la red eléctrica general. De hecho, una de las principales ventajas de este dispositivo solar inspirado en los girasoles es precisamente su facilidad para ser transportado cómodamente a cualquier lugar, por remoto que sea, y su fácil montaje.
Como ya hemos comentado anteriormente, la tecnología solar del dispositivo Harvester se basa en un sistema integrado multifunción que aúna las ventajas de la producción de energía eléctrica para autoconsumo doméstico, con la posibilidad de generar calor tanto para calentar como desalinizar agua en un mismo proceso. Además, se puede utilizar parte del calor generado para impulsar el proceso de enfriamiento por bomba de calor de un sistema convencional de refrigeración.
Tecnología de reflectores cóncavos con enfriamiento hidráulico
El secreto del girasol solar Hervester reside en la forma cóncava de los 36 espejos reflectores de la corona de captación, que agrupados en forma de flor permiten concentrar la energía del sol hasta 2.000 veces más que un panel ordinario. Prescindiendo de los sofisticados y costosos espejos reflectores de la tecnología actual, el girasol solar utiliza papel metalizado de color plata como superficie reflectante. Un material de bajo coste muy similar al empleado en el packaging de envasado de productos alimenticios, que una vez integrado en el diseño del dispositivo en forma de girasol, permite reflejar la luz de forma eficiente.
Para mantener los microchips a la temperatura óptima y evitar el sobrecalentamiento de las células solares por efecto del calor generado por los reflectores, hubo que incorporar un mecanismo de control de la temperatura de servicio. La solución adoptada fue dotar al girasol solar de una red de microcanales de refrigeración por agua, diseñada por IBM, que se inspira en la forma en la que el sistema vascular de los seres vivos disipa el calor del cuerpo.
Este sistema autónomo especialmente indicado para asentamientos remotos y sin acceso a la red, es capaz de producir alrededor de 12 kW de electricidad con apenas 10 horas de luz solar. Una cantidad más que suficiente para cubrir las necesidades energéticas básicas de varios hogares. La versatilidad funcional de este girasol solar también permite calentar agua de mar para alimentar desalinizadores de agua de baja temperatura. Según los responsables de la empresa, sería posible producir hasta 2.500 litros de agua dulce diarios con los 20 kW de potencia térmica que es capaz de producir el girasol Harvester en tan solo 10 horas de servicio.
Fácil montaje y transporte
Este interesante dispositivo autónomo de producción de energía solar ha sido premiado por la organización ecologista internacional Greenpeace como el mejor “prodigio solar” del mundo. Gracias a su portabilidad y fácil montaje, su uso está especialmente indicado en lugares de carácter rural y sin acceso a la red, localizaciones remotas de difícil acceso o en campamentos humanitarios en situaciones de conflicto bélico o catástrofes naturales.
Tras dos años de desarrollo, los responsables de Airlight Energy aseguran que las primeras unidades podrían estar a la venta a mediados de 2017. Por el momento, la compañía suiza instalará cinco de sus girasoles Harvester en distintas localizaciones del mundo a lo largo del próximo año, con el objetivo de demostrar al público en general el potencial de esta tecnología.
Fuente: blogthinkbig.com