Los gustos musicales pueden revelar la forma de pensar de cada persona
Estas preferencias se consideran un espejo de lo que cada persona es en lo emocional, lo social y lo cognitivo.
Fuente: www.emol.com
Que a alguien le guste el jazz de Norah Jones o de Ornette Coleman, o que su clásico sea Bach o Stravinsky, no es algo azaroso y, por el contrario, da pistas seguras sobre la forma de pensar que tiene esa persona.
Así lo demuestra un estudio de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, que se publica en la revista PLOS ONE. En él, un equipo de psicólogos demuestra que el estilo de pensar o forma de conocer el mundo de una persona influye en sus preferencias musicales. Para esto se basaron en un modelo creado por el psicólogo Simon Baron-Cohen, que destaca dos estilos cognitivos. El de tipo “empático”, que se enfoca y responde a las emociones de los demás, y el “sistemático”, que le gusta detectar y analizar las reglas y patrones que rigen su entorno.
Es así como los empáticos prefieren la música suave, sin pretensiones, de baja energía y con emociones un tanto negativas como la tristeza y la depresión. Los sistemáticos prefieren la música de gran energía, compleja, sofisticada, animada y que contenga emociones positivas, como la alegría y la diversión.
“Nosotros, en realidad, examinamos tres estilos cognitivos o formas de pensar. Estos corresponden a los empáticos, los sistemáticos y los equilibrados o balanceados, que combinan ambos estilos”, dice a “El Mercurio” el psicólogo y músico David Greenberg, quien dirigió la investigación.
Hasta hace poco, los investigadores consideraban que las preferencias musicales eran un buen reflejo de ciertas características, como la edad o la personalidad. Por ejemplo, alguien que es abierto a tener nuevas experiencias se inclina por los blues, el jazz y la música clásica y folclórica. Las personas extravertidas y afables, en tanto, tienden a preferir la música pop, el soul y la electrónica.
Esta nueva investigación quiso pasar de la música como reflejo de la forma de ser, a la música como manifestación de la forma de pensar. “La música es un espejo de uno mismo, que expresa lo que somos en lo emocional, social y cognitivo”, dice Jason Rentfrow, psicólogo social y del desarrollo y también autor del estudio.
Test psicológico
Las casi 4 mil personas que participaron en la investigación fueron reclutadas principalmente a través de la aplicación para Facebook “myPersonality”, donde se les pide a los usuarios responder un cuestionario psicológico, cuyos resultados se pueden poner en el perfil para que otros lo vean. En una ocasión posterior, se les pidió escuchar y calificar 50 piezas musicales, sacadas de 26 géneros o subgéneros.
Así se vio que las personas empáticas, además de gustarles la música apacible y contemporánea, rechazan la música intensa, como el punk o el heavy metal. Por el contrario, a los sistemáticos les gusta la música intensa y no les gusta la que es suave y sencilla.
Según explica Greenberg, también se pueden considerar otros dos grupos, que son los sistemáticos extremos, que corresponden a personas con trastornos del espectro autista, y los empáticos extremos, que se asocian a problemas psicóticos. “No los examinamos porque son poco frecuentes, entre 1% y 4% de la población. Por lo tanto, no teníamos un número suficiente de participantes de esos tipos en nuestro estudio para hacer un análisis apropiado. Esto es algo que se debe investigar”, explica Greenberg.
Otro elemento que destaca el estudio es que estos estilos cognitivos tienen un sesgo de género. El rasgo empático tiende a ser más típico de las mujeres y el sistemático de los hombres.
Por último, los resultados del estudio servirían para refinar la oferta que hacen los sitios musicales en línea a sus usuarios, como Spotify y Apple Music.
Algunos ejemplos
Empáticos:
-“Crazy little thing called love” de Queen
-“All of me” de Billie Holliday
-“Come away with me” de Norah Jones
-“Hallelujah” de Jeff Buckley
Sistemáticos:
-“God save the queen” de The Sex Pistols
-“Enter sandman” de Metallica
-” Concierto en Do mayor” de Antonio Vivaldi
-“Estudio Opus 65 N°3” de Alexander Scriabin