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Mujer proactiva

Los 10 principios de la mujer proactiva

A diferencia de la mujer que todavía está atrapada en las creencias limitadoras asociadas a los estereotipos de género, la mujer proactiva no reacciona según lo que dicta el entorno. No deja que el virus de las viejas creencias se introduzca en su sistema inmunitario diciéndole lo que, como mujer, supuestamente “puede o no puede”, “debe o no debe” hacer. La mujer proactiva conoce sus fortalezas y sus debilidades, es inconformista, desafía lo convencional y actúa según sus principios y sus valores.
 

Con el propósito de combatir las creencias que limitan el desarrollo personal y profesional de las mujeres nos hemos inventado un concepto operativo para la mujer del siglo XXI: la mujer proactiva, con el que bautizamos nuestro proyecto de coaching personal hace aproximadamente un año. Mediante este recurso no pretendemos crear un nuevo corsé ya que creemos firmemente que cada persona es única y que no hay recetas que sirvan para todas.
Sin embargo, pensamos que este concepto puede ser útil como categoría de análisis para identificar un nuevo modelo en las maneras de pensar y de actuar que nos permita superar nuestro propio techo de cristal y que nos sirva como referencia para alcanzar nuestras metas.
A diferencia de la mujer que todavía está atrapada en las creencias limitadoras asociadas a los estereotipos de género, la mujer proactiva no reacciona según lo que dicta el entorno. No deja que el virus de las viejas creencias se introduzca en su sistema inmunitario diciéndole lo que, como mujer, supuestamente “puede o no puede”, “debe o no debe” hacer.
 
La mujer proactiva conoce sus fortalezas y sus debilidades, es inconformista, desafía lo convencional y actúa según sus principios y sus valores.
 
Esta mujer, la mujer del siglo XXI, se rige por los siguientes principios:
1. Conócete a ti misma. La mujer proactiva es consciente de sus propias necesidades: sabe qué es importante para ella, qué está haciendo en cada momento y por qué lo hace. Actúa según sus principios y sus valores y no se deja manipular por las demandas de los demás. En lugar de sacrificarse para satisfacer las exigencias y expectativas ajenas persigue sus propios objetivos y busca, por encima de todo, su realización personal.
Lidera tu propia vida. La mujer proactiva sabe que es autora de su forma de pensar, sentir y actuar y que ella es la única responsable de su felicidad y de su éxito. Es consciente de que no está en este mundo para complacer a los demás o para satisfacer constantemente sus demandas. En lugar de pedir permiso o buscar constantemente la aprobación, actúa según su propio criterio, sus deseos y necesidades.
 
2.
3.
Actúa de acuerdo con tus prioridades. La mujer proactiva se concentra en sus metas, establece de forma clara sus objetivos y los persigue con decisión y determinación. Se escucha a sí misma en lugar de escuchar lo que otros quieren que haga y focaliza su energía en aquello que es verdaderamente importante para su desarrollo personal y profesional. Establece prioridades y sabe decir que no a cosas secundarias sin las cuales puedes vivir. También sabe establecer unos límites claros para que los demás no invadan ni espacio ni su tiempo; interioriza esos límites y los defiende de forma asertiva.
Dedícate el tiempo que te mereces. La mujer proactiva busca constantemente el equilibrio entre su vida personal y su vida profesional. Dedica el tiempo que considera necesario para mimarse, cuidarse y descansar. Le gusta estar con gente y también le gusta estar sola porque su mundo interior es rico e intenso. Disfruta de la tranquilidad de estar a solas en su rincón favorito y aprovecha los momentos de recogimiento para reflexionar, planificar y crear.
4.
 
Construye tu propia red de apoyo emocional. La mujer proactiva sabe que su felicidad no pasa necesariamente por tener pareja. Construye una red de apoyo emocional más amplia (compañeros de trabajo, amigos, familiares…) para cubrir sus necesidades afectivas. No está dispuesta a renunciar a su identidad o a su realización personal por tener pareja; y no le interesan las relaciones construidas sobre la base de la dependencia emocional.
5.
 
Solicita lo que deseas. La mujer proactiva pide clara y explícitamente lo que desea en lugar de quejarse. Se comunica de forma asertiva y está preparada para aceptar un no por respuesta. Si vive en pareja no espera que ésta intuya sus necesidades o que le lea el pensamiento. En lugar de asumir que todo es evidente de antemano, especifica sus expectativas e invierte el tiempo necesario en construir las bases de la relación.
6.
 
Toma tus propias decisiones. La mujer proactiva es consciente de que la responsabilidad de tomar decisiones sobre su propia vida recae sobre ella. No se siente coaccionada por lo que otros desean o esperan que hagan; tiene un sistema de opiniones propio en función del cual elige y actúa. Asimismo, está dispuesta a replantearse estrategias y a escuchar otras voces, si es preciso, pero es ella la que decide en última instancia qué hacer y por qué.
7.
 
Compórtate de forma proactiva. La mujer proactiva no espera que la rescaten. Asume la responsabilidad de generar acciones y de hacer que sucedan cosas. Sus principales cualidades son la tenacidad y la determinación. Sabe que para conseguir lo que quiere no se puede quedar anclada en el mundo de las ideas. Toma la iniciativa y actúa con valentía y decisión hasta alcanzar sus metas. Es perseverante y flexible. Persiste en su esfuerzo y está dispuesta a cambiar el rumbo de la acción hasta lograr los resultados que desea.
 
8.
 
Fortalece tu autoestima. La mujer proactiva no deposita su autoestima en la mirada o la valoración de los demás. Es autocrítica, pero no se castiga. Apuesta por su singularidad y construye límites voluntariamente para diferenciarse de los otros. Está contenta consigo misma porque concibe la belleza como algo que va más allá de los criterios restrictivos de la talla 38 o porque, utilizando la simbología de Naomi Wolf,”ha cambiado la cohibición de un cuerpo bajo la luz de los focos por la seguridad de un cuerpo que irradia su propia luz”.
9.
 
Equilibra tus necesidades con las de los demás. La mujer proactiva no sólo se preocupa y se ocupa de sí misma, también lo hace con las personas de su entorno. Pero éstas son elecciones conscientes, no un despilfarro de sí misma. Es realista con respecto a la capacidad individual para realizar las actividades cotidianas y sabe donde están los límites de lo que humanamente puede gestionar. No aspira a llegar a todo ni a ser perfecta.
10.
 
Como véis la mujer proactiva es estupenda, pero aún queremos que lo sea más. Os invitamos a que participéis en la construcción del concepto de mujer proactiva. Podéis hacernos llegar vuestras sugerencias enviándonos un e-mail directamente a: mariapallares@mproactiva.com
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