Hablar de temas profundos hace a las personas más felices
Todas las personas tienen múltiples conversaciones cada día, pero hablar del clima o de temas profundos podría tener un impacto muy fuerte en la calidad de vida. La gente feliz podría ser aquella que dedica más tiempo a charlar sobre cuestiones trascendentales.
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Todas las personas tienen múltiples conversaciones cada día, pero hablar del clima o de fútbol, o de temas realmente profundos podría tener un impacto muy fuerte en la calidad de vida. La gente feliz podría ser aquella que dedica más tiempo a charlar sobre cuestiones profundas y trascendentales.
El equipo de investigadores de Estados Unidos que llegó a estas conclusiones estudió las diferencias en las conversaciones que tienen las personas felices y las tristes.
Para llegar a sus conclusiones, que fueron publicadas en la revista Psychological Science, los psicólogos de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) utilizaron un dispositivo llamado Grabador Activado Electrónicamente. Este artefacto puede grabar todas las conversaciones que tiene una persona sin obstruir su vida diaria, ya que es tan pequeño que quien lo usa ni siquiera lo siente.
Durante cuatro días cada voluntario siguió su rutina habitual, con la particularidad de que el grabador registró sus charlas cotidianas. Posteriormente, los investigadores escucharon las conversaciones y las clasificaron como triviales o sustanciales.
A su vez, los expertos examinaron las personalidades de los participantes y evaluaron su nivel de felicidad y calidad de vida.
¿El secreto de la felicidad?
Los voluntarios más felices resultaron ser aquellos que pasaban un tiempo 25% menor en soledad y dedicaban un rato 70% mayor a estar en la compañía de otras personas. A su vez, los participantes alegres y tristes se diferenciaron por sus temas de conversación, ya que los individuos felices se abocaban el doble de veces a hablar de cuestiones sustanciales y destinaban un período un tercio menor a las preocupaciones triviales.
Los autores afirmaron que su estudio sugiere que la vida feliz podría relacionarse con pasar tiempo otras personas y mantener conversaciones profundas. Por el contrario, la soledad y la superficialidad podrían conspirar contra la alegría.
“Así como revelar el interior de uno mismo a los otros podría generar una sensación de intimidad en una relación, las conversaciones profundas podrían promover una sensación de sentido en la interacción con los otros”, concluyeron.