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Para mejorar el clima laboral

Pasos para mejorar el clima laboral desde hoy mismo

Todos los estudios afirman que un ambiente estimulante reduce el estrés laboral, favorece la productividad y retiene el talento. Existen multitud de formas de crear un clima laboral positivo que no necesitan una gran inversión y que atienden a cinco aspectos fundamentales: el espacio físico, la actitud positiva, la interacción personal, la transparencia y la conciliación. Se trata de medidas tan sencillas que puedes empezar a aplicar ahora mismo y no te costarán un duro. Sin embargo, los beneficios que obtendrás serán notables.

Fuente : http://www.celpax.com/

 

Actitud positiva
Las actitudes negativas son contaminantes y se extienden más rápido que las epidemias. Del mismo modo, la alegría también es contagiosa. “Nunca te olvides de sonreír”, decía Charles Chaplin, “porque el día que no sonrías será un día perdido”. Sigue estos consejos y haz que tus líderes también los lleven a cabo:

Haz que cada día sea un buen día para ti y para las personas que te rodean. Saluda al llegar (te resultaría sorprendente saber cuántas personas no cumplen con este básico gesto de educación). Si llegas al trabajo enfadado o de mal humor, lo notarán.
Empieza el día dejando un reconocimiento visible para uno de tus empleados. Con este gesto de amabilidad aleatoria generarás que otros empleados comiencen el día con un positive set of mind (estado mental positivo)
Toma activamente la decisión de ser optimista. Mantén el tono alegre durante el resto del día agradeciendo las actitudes y gestos positivos. No gastarás nada y obtendrás mucho a cambio.
Termina el día con otra nota optimista, especialmente si ha sido tenso o complicado. No dejes que tus empleados se vayan a casa con una mala sensación, intenta encontrar formas de aligerar la tensión.

Transparencia
En la era de la información, donde es tan necesaria para desarrollar bien un trabajo, el ambiente donde no circula con suficiente fluidez se vuelve tóxico, generando suspicacias y recelos. Asegúrate de comunicar y dar feedback a menudo. Comparte tus preocupaciones y éxitos para que toda la compañía sea partícipe de ellos. Sé accesible y mantén tu puerta siempre abierta. Cuanta más atención prestan los líderes, más importantes se sienten los empleados.

Interacción personal
Puede que te resulte complicado retener los nombres de tus empleados, más aún cuando tus equipos alcanzan un número alto de personas. No obstante, dirigirte a cada persona por su nombre tiene más importancia de la que piensas. Aplícalo a ti mismo ¡nos encanta cuando alguien se acuerda de nuestro nombre!. También es clave inspirar a tus empleados a colaborar y compartir. Fomentar la sociabilidad y el trabajo en equipo debería ser uno de tus valores de empresa ya que mejora el desempeño, disminuye el estrés y permite el aprendizaje continuo.
Otra táctica que funciona es crear momentos significativos para tus empleados. Elige su cumpleaños, su aniversario laboral para dedicar unas palabras amables o ten un detalle si te enteras de que han aprobado un examen o se han comprado una casa. Con un gesto tan sencillo, conseguirás que se sientan importantes y no lo olvidarán en mucho tiempo.

Conciliación
Ser capaz de balancear entre la vida laboral y familiar se ha vuelto imprescindible hoy en día. Las recetas son claras, pero no en todas las empresas se aplican. El teletrabajo ya es posible desde hace tiempo. La flexibilidad de horario proporciona gran autonomía y hace que los empleados sientan que tienen el control de su tiempo, lo cual es muy valioso en una época donde precisamente el tiempo se ha vuelto uno de los bienes más escasos. Que asistir a la reunión con el profesor de sus hijos, irse de vacaciones en una fecha determinada o dormir un poco más de vez en cuando no se convierta en una barrera.

Espacio físico
El espacio es el que es y hay muchas cosas que no puedes cambiar en él. Quizá no puedes hacerlo más espacioso ni crear infraestructuras al estilo de las grandes compañías norteamericanas, pero hay otras muchas acciones que puedes intentar para hacerlo más agradable:

Redistribuye el mobiliario para crear más espacio y más interacción. Evita los obstáculos, los cortes del paso, las mesas organizadas de forma que los empleados se dan la espalda. Muchas veces en las oficinas se antepone el aspecto funcional, pero tú puedes hacer el espacio más “humano”. Aprovecha para preguntar a los empleados y que se impliquen en conseguir un lugar de trabajo más agradable para todos. Puedes pensar en organizar una “Mesa Roulette”, una dinámica que sirve para que el personal de los diferentes departamentos se mezclen. Es una oportunidad para aprender y crear nuevos vínculos entre distintos departamentos. La idea es que los empleados – incluido el jefe – cambien de ubicación cada par de semanas. Cada vez acarreamos menos material con nosotros, así que logísticamente es muy sencillo trasladar el ordenador de una mesa a otra. Lo importante es estar abierto a nuevos retos.
La luz influye enormemente en el estado de ánimo. ¿Por qué será que en otoño e invierno estamos más tristes e irritables? Lo que ocurre es que generamos más melatonina, lo que nos hace tener más sueño y estar menos activos y sociables. A veces sucede también cuando llegas a la oficina. Generalmente sustituimos la luz natural por la artificial. En ocasiones está incluso algo oscuro, como si acabaras de entrar en una cueva, lo que te produce una sensación negativa. No entiendes por qué, pero probablemente se debe a la falta de claridad. Sube las persianas y deja que la luz inunde el espacio de trabajo. Quita las cortinas o, si no es posible conseguir más luz natural, trata de instalar una iluminación artificial más amigable, a base de LEDs. Notarás la diferencia.
Llena la oficina de plantas. Son un potente renovador de aire y generan estados psicológicos positivos, mayor sensación de bienestar. Además, ayudan a prevenir enfermedades como la tos y la gripe porque mantienen la humedad del aire. Al mismo tiempo, neutralizan los campos electromagnéticos provocados por los aparatos eléctricos.
Por último, no te olvides de utilizar métodos sencillos para medir el clima. Una pregunta tan simple como “¿qué tal tu día?” es perfecta y te dará grandes pistas sobre cómo está tu clima. Acostúmbrate a preguntar a menudo, con verdadera disposición a escuchar la respuesta y compleméntala con métodos sistemáticos como el Daily Pulse de Celpax, que te darán una respuesta fiable e inmediata y con los que puedes medir fácilmente si estás mejorando o no el clima de forma continua.

Fuente imagen: Flickr / Michael Leibrecht

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