Esta rama de la filosofía se encarga de analizar la validez del proceso de creación de conocimiento.
La psicología es una ciencia, concretamente la ciencia del comportamiento y de los procesos mentales. Sin embargo, ninguna ciencia genera conocimiento por sí misma si está alejada de la filosofía, una disciplina relacionada con la reflexión y con la exploración de nuevas maneras de percibir e interpretar las cosas.
La epistemología, en concreto, es una de las ramas de la filosofía más relevantes desde el punto de vista científico. A continuación veremos en qué consiste exactamente y cuál es su función.
¿Qué es la epistemología?
La epistemología es la rama de la filosofía que se encarga de examinar los fundamentos en los que se apoya la creación de conocimiento. Etimológicamente, este término viene de la unión de las palabras “episteme” (conocimiento) y “logos” (estudio).
Así pues, la epistemología es una división de la filosofía que se encarga de explorar la coherencia interna de los razonamientos que llevan a la creación de conocimiento, la utilidad de sus metodologías teniendo en cuenta sus objetivos, los contextos históricos en los que aparecieron esas piezas de conocimiento y el modo en el que influyeron en su elaboración, y las limitaciones y utilidades de ciertas formas de investigación y de ciertos conceptos, entre otras cosas.
Si tuviésemos que reducir el significado de la epistemología a una pregunta, esta sería: ¿qué podemos llegar a conocer, y por qué medos? Así, esta rama de la filosofía se encarga tanto de buscar enunciados válidos sobre aquellos contenidos que podemos conocer, y también sobre los procedimientos y métodos que deberíamos usar para llegar a esa meta.
Relación con gnoseología y filosofía de la ciencia
Hay que aclarar que la epistemología se ocupa de analizar la obtención de todo tipo de conocimiento, no solo del científico, por lo menos si la equiparamos al concepto de gnoseología, que se encarga de examinar el alcance de todo tipo de conocimiento en general. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la relación entre la gnoseología y la epistemología aún sigue siendo objeto de debate hoy en día.
La filosofía de la ciencia, a diferencia de la epistemología, es relativamente reciente, ya que aparece en el siglo XX, mientras que la segunda ya aparece en los filósofos de la Grecia antigua. Eso significa que la filosofía de la ciencia barca un modo de producción de conocimiento más concreto y definido, referido al modo en el que debería ser usada la ciencia (entendida como un sistema garantista de generación de conocimiento) tanto en las prácticas más concretas (como por ejemplo, un experimento específico) como en ámbitos de ciencia amplios (como por ejemplo, el estudio de los patrones de comportamiento en los seres humanos).
Las funciones de la epistemología
Hemos visto a grandes rasgos cuáles son los objetivos de la epistemología, pero hay ciertos detalles en los que merece la pena profundizar más. La epistemología se encarga, entre otras cosas, de las siguientes funciones.
Examinar los límites del conocimiento
Existen todo tipo de corrientes filosóficas que nos hablan de nuestra capacidad de generar conocimiento universalmente válido y sólido. Está desde el realismo ingenuo, según el cual está en nuestra mano conocer de forma fiel y detallada la realidad tal y como es, hasta las tendencias posmodernas y construccionistas más extremas según las cuales no es posible crear un conocimiento definitivo ni universal de nada, y todo lo que podemos hacer es crear explicaciones totalmente opinables sobre lo que experimentamos.
La epistemología, en este sentido, tiene la función de ver de qué modo los métodos utilizados para investigar permiten responder satisfactoriamente a las preguntas desde las que se parte.
Evaluar metodologías
Los epistemólogos se encargan también de valorar positiva o negativamente la utilización de ciertas metodologías de investigación, ya sean herramientas de análisis o métodos de recopilación de información, teniendo en cuenta la necesidad a la que se supone que dan respuesta. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la metodología y la epistemología no son lo mismo; la segunda da muy pocas cosas por sentado y cuestionarse premisas filosóficas está entre sus funciones, mientras que la primera se centra en los aspectos técnicos de la investigación y reposa en una cantidad de presuposiciones mucho mayor.
Por ejemplo, un epistemólogo puede hacerse preguntas acerca de la utilidad real de realizar experimentos con animales para extraer conocimientos acerca del comportamiento humano, mientras que un metodólogo se centrará más bien en asegurarse que las condiciones de laboratorio y la especie animal elegida son correctas.
Reflexionar sobre corrientes epistémicas
Otra de las grandes funciones de la epistemología es crear un debate entre escuelas de pensamiento que se adscriben a distintas maneras de concebir la creación de conocimiento.
Por ejemplo, cuando Karl Popper criticó el modo de investigar de Sigmund Freud y sus seguidores, estaba haciendo filosofía de la ciencia, pero también epistemología, porque ponía en duda la capacidad del psicoanálisis para llegar a conclusiones significativas acerca de cómo funciona la mente humana. En definitiva, estaba criticando no ya los contenidos de una de las principales corrientes psicológicas de la historia, sino su manera de concebir la investigación.
Reflexión acerca de la metafísica
La epistemología también se encarga de decidir qué es la metafísica y en qué sentido esta es necesaria o no o imprescindible o no. A lo largo de la historia, muchos filósofos han tratado de definir lo que está más allá de lo material y físico y lo que son meros constructos generados por la mente para explicar la realidad que nos rodea, y este sigue siendo un tema muy discutido.
Fuente
Arturo Torres. Psicólogo. Licenciado en Sociología por la Universitat Autónoma de Barcelona. Graduado en Psicología por la Universitat de Barcelona. Posgrado en comunicación política y Máster en Psicología social.