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Quédate con lo que realmente necesitas, ordena tu vida y multiplica tu bienestar

El orden es definido como una situación o estado de normalidad o funcionamiento correcto de algo o alguien, y especial armonía en las relaciones humanas dentro de una colectividad. También, está relacionado con la tranquilidad, la armonía, el buen funcionamiento y el disfrute.

Ordena tu vida y multiplica tu bienestar Paz interior


Los japoneses tienen un concepto: Dan- sha- ri que tiene que ver con conocerse a uno mismo a través del orden y de las cosas gracias a una técnica que nos facilita la vida al poner orden en nuestro corazón. Dicho en otras palabras, se trata de una intervención desde lo que vemos hacia lo que no vemos (pero sentimos) mediante el orden. Para conseguir este objetivo es necesario realizar tres cosas:

1. Dan: Cerrar el paso a todas las cosas innecesarias o absurdas que tratan de entrar en nuestra vida.

2. Sha: Tirar la infinidad de trastos que sobran y que inundan nuestros entornos.
Resultado de los dos anteriores actos, llega un tercero:

3. Ri: Un “Yo” desapegado de las cosas que vive y disfruta en un espacio sin restricciones, en un ambiente claro y relajado.
Esto nos lleva a preguntarnos si determinados elementos son útiles y apropiados para mí o no lo son, pues el protagonista soy yo y no los objetos. Esto tiene que ver con la verdadera relación que la persona tiene con las cosas. Es importante deshacernos de proposiciones como: “tal cosa puede servirle a alguien en el futuro”, “no la boto porque quizá más adelante se ponga de moda”, “luego la arreglo y podría servirme”, etc.

El eje temporal que sostiene el Dan- sha- ri es el aquí y el ahora y el sujeto es siempre “yo”. Lo que propone es deshacerse de toda esa cantidad de cosas innecesarias que estorban y nos agobian con su presencia inútil. Se trata de una operación que se produce en un espacio visible (nuestra casa, nuestra agenda, nuestro computador, nuestra oficina, nuestro coche, etc.) y que tiene un efecto en nuestro interior, con el resultado interesante de facilitar nuestro autoconocimiento.

Al llegar a este punto, incluso nuestro pensamiento se vuelve más organizado y ligero, al extremo de afirmarnos tal cual somos, empezamos a decidir conscientemente qué es lo que necesitamos, lo que realmente nos gusta y va con nosotros. En otras palabras, se deja de ser una presa fácil del consumismo, la publicidad y las modas.

Al abandonar todas esas cosas que no necesitamos, nos quitamos una gran carga de encima y experimentamos un cambio de actitud frente a “los objetos”. Este cambio nos despierta para imbuirnos en asuntos personales más importantes y puede volverse una ocasión para retomar posturas abandonadas que teníamos antes de llenarnos de cosas, como si consiguiéramos oxigeno suficiente para encender una mecha que nos hace resplandecer.

Ordena tu vida y multiplica tu bienestar Organízate

La conocida frase del arquitecto Ludwig Mies van der Rohe “menos es más” tiene vigencia, pues se habla de transformar una vida que ha estado fundamentada en sumar, en una existencia dónde restar genera mucha paz y bienestar. Por otro lado, la autora Hideko Yamashita vio la relación de ese cambio con tres conceptos que había aprendido en clases de yoga, los cuales según la terminología japonesa son: Danko o cerrar el camino a cosas que intentan entrar, a los deseos, los antojos, a lo que termina por convertirse en costumbres innecesarias (ejemplo: ir a comprar en tiempo de rebajas cualquier cosa), Shagyo o tirar tantas cosas superfluas, estorbosas, inútiles, dañadas o innecesarias, es decir abandonar posesiones, y Rigyo o desapegarse de las cosas, no aferrarse a ellas. Si miramos bien, los tres conceptos anteriores implican una concepción filosófica de la vida dirigida a cortar con los deseos, a tomar distancia de las cosas, a no ser poseído por los objetos. De esa manera Hideko Yamashita inventó el acrónimo Dan-Sha-ri.

A veces nos acompaña la sensación de no poder organizar todo, es como si el tiempo se nos escapara cada día y nos quedaran muchos “pendientes”. Asimismo, las personas tendemos a acumular toda clase de cosas, tanto físicas como mentales, y existe el riesgo de que en medio de tanto desbarajuste nos perdamos a nosotros mismos en nuestra esencia y potencialidades.

Donde nuestro caos se hace evidente, o por lo menos más tangible, es en nuestros espacios físicos. La prisa, las multitareas, las redes sociales, que gobiernan nuestra vida hacen que no veamos realmente hasta qué punto se acumula nuestro caos en forma de cajas llenas de ropa vieja que escondemos de nuestra vida (pero que están allí), libros y libros fuera de las bibliotecas, objetos colgados en nuestra maquina caminadora y muchos otros objetos arrumados en cualquier rincón.

Además de acumular suciedad y polvo y de dificultar que encontremos aquello que sí necesitamos, esa excesiva carga de cosas fuera de sitio provoca inatención, fallas en la concentración, fatiga mental, irritabilidad y frustración, tanto si se trata de nuestra casa, como nuestro computador u oficina.

Por el contrario, los lugares despejados, con lo verdaderamente necesario a mano, nos facilitan las tareas diarias, nos invitan a la calma y al disfrute. Marie Kondo en “La Magia del Orden” dice lo siguiente: “En lugar de buscar las cosas que no quieres, es mucho más útil que te preguntes cuales son las cosas que realmente deseas guardar y porqué razón. Identificar las cosas que te hacen feliz: ese es el verdadero sentido de organizar”.

Según la autora, cada vez que nos rodeamos solamente de las cosas que nos proporcionan bienestar y nos deshacemos de lo que no necesitamos —por ejemplo: regalos absurdos o inútiles, o ropa que ya no nos ponemos— nuestra ansiedad disminuye y entonces podemos disfrutar del “ahora” (presente) y proyectar luminosamente nuestro futuro.

El método parece bastante sencillo: una vez hemos donado a la beneficencia o tirado a un contenedor de reciclaje todo aquello que no necesitamos, la magia está en organizar de forma práctica, sensata y amorosa lo que queda para que las disfrutemos las cosas en el momento.

Algunos consejos de Marie Kondo que nos ayudan a terminar con el caos de la casa son:

Quédate con lo que realmente necesitas, ordena tu vida Reciclar o donar todo lo que no necesitamos.

Recuerda que elegir las cosas implica tomar conciencia de que existen. Cuando liberas tus espacios, estos se hacen habitables y puedes recuperar la energía que te quitaban las cosas, para esto siempre hazte preguntas a la hora de desechar como por ejemplo, “¿vale la pena que guarde esas cucharas de plástico que vienen con la comida de los domicilios? Seguro que no.

Pero muchos las guardamos por si las podemos necesitar más adelante. A partir del momento en el que dejamos de guardar cosas inútiles, es cuando podemos aplicar técnicas para saber lo que tenemos y guardar las cosas que son importantes. Recordemos algo fundamental: las cosas tienen valor sólo cuando se utilizan y deben cumplir su función en el momento presente. Son bellas cuando están en dónde deben estar.

La autora de “Simplifica tu vida” Elaine St. James nos presenta en un fragmento la forma de liberarse de los trastos inservibles:

“Nuestro amigo Dave avala la utilidad de este método de deshacerse de las cosas que ya no necesita, pero que no soporta botar a la basura. Guárdelas con una etiqueta que indique una fecha a dos o tres años vista, pero no anote su contenido. Guarde la caja en el altillo, en el sótano, o dónde lo crea conveniente. Una vez al año examine las etiquetas. Cuando llegue a una caja cuya fecha se ha sobrepasado, tirela sin abrirla. Como no sabe lo que hay adentro, nunca lo echará de menos”.

La misma autora nos aconseja ordenar la agenda y eliminar lo “prescindible”:

 

Una vez hayamos ordenado nuestros espacios y nuestra agenda, pensemos en nuestra mente y mantengámosla limpia, utilizando la meditación como un borrador del exceso de cosas que queremos almacenar, programar, retener, repasar en nuestra cabeza. Este sencillo ejercicio del que les hablé en otro artículo, Simplemente ser…Una invitación a la meditación cotidiana, nos enseña a estar quietos, sin hacer nada, para que el exceso de pensamientos pueda salir de nuestra mente. Para ello busca un espacio, siéntate de manera cómoda y serena, practica una respiración lenta y profunda, con la voluntad de centrarte en una sola cosa.

Si tomamos en serio el tema del orden y limpiamos nuestra casa, nuestra agenda y nuestra mente, crearemos espacios en los cuales va a aflorar la creatividad, la calma y el bienestar.

Fuente: https://bit.ly/2NnAx38
Por: Dra. Iris Luna

 

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