Nació en el Reino Unido, pero vive hace más de 50 años en Chile. Su trabajo para educar en torno a la naturaleza y el medio ambiente ha sido pionero en nuestro país. Hoy, en el cincuentenario de su primera iniciativa de educación ambiental, reflexiona acerca de qué lo llevó a desarrollar su vida en torno al aire libre.
Es probable que nunca hayas escuchado su nombre, pero Rod Walker ha sido una fuente de inspiración y un apasionado educador ambiental para muchos en Chile. Fue Walker quien en 1967 fundó el primer Centro de Educación al Aire Libre (CEAL) en Chile plantando los cimientos del ecoturismo en el país y aportando a la formación de personas con valores como el compañerismo, confianza, liderazgo y respeto, así como también una profunda comprensión y valoración de la naturaleza.
El padre de la educación outdoor en Chile
Rod Walker, para muchos considerado como el padre de la educación al aire libre en Chile, nació en el Reino Unido donde estudió Derecho y tuvo sus primeras aproximaciones con la montaña. Esta pasión por el montañismo y las actividades al aire libre, pronto lo llevaron a Escocia donde trabajó como un joven instructor en el primer centro especializado de montaña, y más adelante a la Antártica, donde pasó dos años. Pero no fue hasta los años 60 que este británico apasionado por la naturaleza llegó a Chile donde fundaría el CEAL, un centro de experiencias al aire libre en Los Andes de la zona central de Chile que llegó a ser reconocido internacionalmente por sus cursos asociados con dos organizaciones mundiales: Colegios del Mundo Unido y el Bachillerato Internacional.
Desde entonces su historia en Chile estaría marcada por sus esfuerzos para proteger la biodiversidad nacional a través de la educación de las comunidades locales y otros interesados, generando conciencia de nuestro entorno natural y aportando herramientas a las personas para combinar el turismo ecológico con la generación de ingresos y la educación.
En 1990, tras la muerte de su hijo, Rod Walker viajó a Pucón, en el sur de Chile, área en donde juntos habían compartido largas jornadas de pesca, y en este lugar conoció los esfuerzos de un grupo de personas que hace poco habían adquirido un terreno de bosques de araucarias conocido como Cañi, con fines de conservación. Cautivado por la belleza del lugar, Walker decidió construir una cabaña que donó al proyecto del Cañi y en la que comenzaría un trabajo de educación ambiental, conexión con la naturaleza y ecoturismo, formando guías –fue él quien formó a los actuales guías del Santuario el Cañi– e invitando a quienes se asoman por el lugar a volverse sensibles hacia los valores del bosque. Ya que, en palabras de Walker, su idea es “usar la naturaleza como aula y a través de los sentidos conocer la flora y fauna, ciclos y diferentes aspectos de la vida natural”. Su iniciativa en el Cañi, fue reconocida en 1997 por la Red Internacional Ashoka de Innovadores Sociales.
“En el lugar donde vivo empezamos a dar estas ideas en la comunidad local y rural al interior de Pucón para que algunos jóvenes residentes de la zona pudieran trabajar en esto, eso fue hace más de 20 años, ellos llevan todo este tiempo trabajando como guías de ecoturismo y esto ha tenido un efecto bien interesante en la comunidad, desde personas que ofrecen alojamiento, servicio de diferente tipo como transporte, cabalgata, entonces no es pura educación en el sentido tradicional”, ha señalado Walker sobre su aporte a la comunidad local de Pucón.
Hoy Rod, quien vive desde 1990 en “La Loma” al comienzo del Santuario el Cañi, divide su trabajo entre Pucón y la Patagonia Argentina, donde lidera un exitoso programa de educadores outdoor conocido como TOCATIERRA.
¿El secreto de su éxito? Podría decirse que es su visión de mundo donde Walker se ha propuesto desarrollar “una metodología innovadora para una educación ambiental más saludable que el modelo común de propagar una especie de consumismo ‘enverdecido’. Pero hay una pregunta de fondo. ¿Cómo podemos generar la voluntad de cambio en una sociedad, cuyo sistema educacional está cegado por un lenguaje materialista, dedicado al exitismo y la ilusión que la expansión económica eterna es posible? Al desconocer los principios naturales que rigen nuestras vidas –y que son los que más debemos entender y seguir– solo conseguimos profundizar desastres económicos, sociales y ecológicos”.
Aquí puedes ver un mensaje de Rod Walker sobre el aniversario número 50 de su primer iniciativa de educación al aire libre en Chile:
Más sobre Rod Walker en http://www.tocatierra.cl
Fuente: laderasur.com / Romina Bevilacqua R.
