Sylvia Langford: Sobreprotegidos vs. emprendedores
Lo que esta psicóloga e investigadora de origen británico expone es simple y potente: el cariño malentendido y la sobreprotección transforma a los niños en seres humanos débiles y sin voluntad.
Fuente: www.hacerfamilia.cl
Sylvia da hasta tres charlas al día. Su anhelo es provocar un gran efecto dominó al lograr que la gente, especialmente los padres, recuperen el sentido común. Pero como éste suele ser “el menos común de los sentidos”, su mensaje suena tan novedoso y profundo, que la ha entrevistado Cristián Warnken en su programa “Una belleza nueva”.
Lo que Sylvia Langford expone es simple y potente: el cariño mal entendido y la sobreprotección transforma a los niños en seres humanos débiles y sin voluntad.
Su último libro, “Upps, formé un mamón”, se ha mantenido semanas en el número uno en ventas, ya que resume en formato pequeño y económico su
Los dos últimos años también se han acercado a ella importantes empresarios para invitarla a sus empresas y reuniones masivas. Sylvia Langford a todos entrega el mismo mensaje: volvamos a lo esencial en la formación del ser humano, trabajar la voluntad para hacerse cargo de sus vidas y salir adelante creativamente. Nada nuevo, pero su sistema de fichas y CDs muy bien planificados han sido catalogados hasta de mágicos. Sus resultados son sorprendentes e indiscutibles. enorme experiencia con los 14.000 niños con los que ha trabajado en 300.000 kilómetros recorridos en su camioneta. En todos los lugares que visita se encuentra con el mismo triste panorama: miles de niños que necesitan especialistas y jóvenes que no tienen la fuerza ni la voluntad para sacar adelante sus sueños.
LUCHANDO CONTRA LA MAMONITIS
¿Te tomó de sorpresa convertirte en una escritora de superventas?
. No me ha tomado tan de sorpresa, porque he recorrido mucho Chile últimamente y he visto la excelente recepción en las charlas que damos. Hablamos a un promedio de 1.600 personas a la semana y la gente se queda para dentro. Creo que buscaban mensajes directos y entender qué pasaba y lo que hablamos les hizo mucho sentido.
¿Han pensado en replicar este método tan exitoso a nivel nacional, contactar a autoridades del ministerio para compartir sus logros?
– Se ha dado naturalmente. Ya estamos trabajando con dos comunas grandes, 1.400 niños de kinder y prekinder en La Serena y otros tantos en Gorbea. El mensaje llega fuerte y claro. El ser humano para ser feliz no puede ser mamón.
¿El mamón es más latino que anglosajón?
– Es occidental. Acá buscamos respuestas afuera de nosotros mismos, culpables que justifiquen nuestros fracasos. En oriente no hay mamonitis, ellos trabajan mucho la voluntad, pero caen en otras trampas.
¿Y cuándo comenzó a manifestarse este fenómeno de culpar a otros?
– Soy psicóloga, pero creo que el quiebre llega cuando aparece la psicología que en muchas ocasiones entrega explicaciones de “por qué somos así”. Nos enseñaron a diagnosticar y a buscar explicaciones desde la genética, la familia que tuve, etc. Creo que el daño ha sido decir que las cosas se pueden hacer más fáciles; un gran daño, porque todos los adultos sabemos que lo que realmente forma es el trabajo sistémático, la disciplina, el esfuerzo. Hoy se les dice que pagando y comprando van a ser más felices y eso no es así. Por eso cerré mi consulta y salí a hablar.
¿Qué te parece el contenido y la discusión sobre educación que se ha generado en torno a la reforma educacional?
– El concepto de educacion se perdió. La educación es formación humana, es crecimiento de valores. Se dice que los valores y hábitos se enseñan en casa y creo que eso no es “solo” así. Hay miles de vidas marcadas por profesores, verdaderos maestros que desde su experiencia y sabiduría han hecho cambios radicales en la vida de sus alumnos. La honestidad, la empatía y el amor se viven en todos lados, también en las aulas, no solo en casa.
¿En qué momento estos valores desaparecieron del área educacional?
– A mí me llama mucho la atención escuchar a padres decir: “mi hijo no es para estudiar”; “es que mi hijo es un alma libre”. ¡Tiene que estudiar! ¡La libertad se construye desde nuestros deberes! También en el concepto del amor nos perdimos. Porque lo confundimos con la sobreprotección.
Y tu, ¿no pierdes la esperanza a veces?
– Yo estoy superesperanzada, veo que la actitud frente a la vida puede expresarse de tres maneras y lo digo porque pasé por las todas ellas: una, mirar y decir ¡qué horror como esta todo! Y esperar que alguien haga algo. Dos, ser un salmón e ir en contra de la corriente tomando una postura donde hay buenos y malos, lo que implica una soberbia gigante. Y tres, finalmente entendí que esto se hace colaborando, que las sociedades se construyen desde las diferencias y no las similitudes y por eso hace tres años dejé de trabajar la enfermedad y me dediqué a conocer la realidad de Chile.
¿Y cómo ves la situación?
– Puedo decir con seguridad que ¡todos los niños pueden! Que no hay unos aptos y otros ineptos. He visto cómo las educadoras, el coordinador, el director del colegio están hablando de temas muy nuevos y recuperando el sentido común.
¿En qué te inspiraste para crear el método?
– Un día mis propios hijos me preguntaron qué quiero para ellos. Quiero que sean felices, pero ¿qué es ser feliz? Ser feliz es estar tranquilo y se está tranquilo cuando se ha hecho lo que se debe hacer. Esto implica un trabajo sistemático, disciplinado que a su vez traerá logros, lo que aumentará la felicidad. Yo no quiero hijos sin problemas, sino hijos con herramientas para enfrentarlos y hacerse cargo de sus vidas. Ellos hoy trabajan conmigo, pero no porque sean mis hijos sino que porque han trabajado como locos en este proyecto.
¿Hay diferencia en la crianza de niñas y niños? ¿A las niñas se les exige más tareas domésticas?
– No veo diferencias. ¿A cuántas niñas se les enseña a cocinar, a lavar o a planchar? Eso hoy no existe. Y, además, nos encontramos con el gran problema de las culpas: padres y madres que trabajan mucho, entonces se sienten culpables y llegan a sus casas a hacer lo que corresponde a cada niño o niña, ¡le entregan todo hecho al hijo! Enorme error; les impiden hacerse cargo y crecer.
¿En países desarrollados, donde no hay ayuda doméstica, es mejor la actitud de los niños con sus obligaciones?
– En EE.UU. también tienen serios problemas. Por eso tuvo éxito del documental “Waiting por Superman”. Porque los chicos no quieren hacer cosas que supongan dificultad, están esperando que llegue Superman y haga la pega. Al recorrer Chile te encuentras con niños que no leen en octavo básico. O cursos de tercero básico en donde hay solo tres que leen. Y el resto te dice: “noooo, es muy difícil”. Porque tienen que practicar para leer. Pero resulta que al leer funciona maravillosamente el cerebro. ¡Entonces hay que leer! O te dicen: “Es que me gusta más el computador”. La respuesta adecuada es “¡Sí! Pero no por eso se va a eliminar el lapiz, escribir ni leer, eso no es modernidad”.
¿O sea que ves una crisis?
– Hay una crisis de hábitos y valores. Suelo escuchar: “No se lava los dientes”, “No agradece”, ¡Imagínate como serán de adultos! Y luego al extrapolar, vemos cómo el fenómeno Wendy o Peter Pan en parejas crea problemas graves. También esta crisis se expresa en una ansiosa búsqueda del placer, lo que provoca el cambiar de pareja a cada rato, o buscar una mamá en lugar de una pareja, o buscar un papá en vez de una pareja. Son asuntos que tienen su raíz en lo mismo: significa que nunca te hiciste cargo de tu vida.
El título del segundo libro de la Serie Mamones y Emprendedores de Sylvia Langford es “No quiero ser mamón… quiero ser emprendedor”.
El concepto emprendedor se suele asociar con el mundo de la empresa.No es ese el sentido que le da esta autora. Para ella un emprendedor es alguien capaz de hacerse cargo de su vida y recorre su propio camino.
• Es una persona que se hace cargo de sus pensamientos, sentimientos, decisiones y acciones.
• Sabe que la felicidad es un camino que se elige y requiere de una construcción interior, mientras que el placer es algo momentáneo.
• Tiene un sentido de la vida, hábitos, valores. Ha desarrollado su voluntad a través del trabajo sistemático, esfuerzo y disciplina. Y esto le permite tener una actitud y conducta coherente.