Entrevista con Roberto Piccardo, Psicólogo Clínico Humanista Transpersonal y Sonoterapeuta.
Esta dinámica funciona mediante vibraciones por simpatía o por el principio de resonancia sónica, está siendo utilizada como sistema terapéutico hace mucho tiempo en nuestro país y cada día son más personas, que se atreven a experimentar con Biosonido y Sonoterapia. En entrevista con Roberto Piccardo, Psicólogo Clínico Humanista Transpersonal y Sonoterapeuta; junto a Lilian Leight, Licenciada en educación física, Terapeuta Corporal y Sonoterapeuta.
Desde el año 2000, Piccardo utiliza esta terapia como complemento en el trabajo con niños y adolescentes con diagnóstico de trastorno global en su desarrollo (TGD) y desde el año 2005, junto con Lilian comienzan con la realización de sesiones periódicas de Biosonido y Sonoterapia, tanto a nivel comunitario como empresarial.
¿En qué consisten las sesiones?
Se utilizan instrumentos tales como los cuencos tibetanos, cuencos de cristal de cuarzo, didgeridoos o yidakys, calimbas, campanas tibetanas, y otros instrumentos facilitadores. Todos estos instrumentos, en su conjunto producen una resonancia la que genera de manera simbólica un masaje “completo a nivel celular”, lo que permite que se potencie un proceso de armonización energética a nivel global.
Los chakras, y sus emanaciones electromagnéticas responden a tonos y vocalizaciones musicales específicos. Cuando se produce un desequilibrio, pueden utilizarse tonos específicos para restablecer la armonía a la función desequilibrada.
Los tonos de la escala musical resuenan con los siete chakras principales del cuerpo. Cada chakra posee su nota tónica. Mediante la exposición a los sonidos emitidos por estos instrumentos se puede equilibrar la corriente de energía en un chakra en particular. Se puede también, interpretar una pieza musical escrita en una clave cuyo tono sea el primario del chakra desequilibrado -Es importantísimo destacar que para trabajar con la música en el campo de la sanación es imprescindible comprender la relación que existe entre el sistema de los chakras y los aspectos físicos y sutiles de nuestras energías-.
¿Dónde nace esta terapia?
Ya desde la antigüedad se conocía el poder del sonido y sus efectos sobre las emociones y el cuerpo. Platón por ejemplo, consideraba la música como materia de primer orden en la educación, a causa de que el ritmo y los sonidos son especialmente apropiados para adentrarse en el alma y conmoverla. Pitágoras utilizaba la música para la sanación. Si nos remontamos a las culturas chamánicas de todos los tiempos, encontramos cómo en sus rituales, los chamanes utilizan ritmos y sonidos repetitivos para entrar en estados elevados de conciencia.
Esta terapia nos brindará múltiples beneficios en lo físico, mental, y espiritual. Respecto a las contraindicaciones, por lo general no existen, sin embargo, en ocasiones instrumentos como el didgeridoo, puede ser contraproducente para una mujer embarazada.
Es una práctica preventiva, más que correctiva. La podemos utilizar si deseamos por ejemplo, una experiencia de expansión de conciencia, personal o Transpersonal, o de meditación profunda. En el caso que deseemos acelerar un proceso de sanación, y sobre todo cuando queremos disolver o transformar energía estancada en nosotros, antes de que ésta, se manifieste en nuestro organismo.
Fuente: http://www.bio-integral.cl
