Yoga para mamás: 4 posturas básicas
Cuando termina el día y nuestros hijos duermen plácidamente es el momento del día que tenemos para nosotras, para ser egoístas (de una buena manera). Es el momento del día en el que yo sólo sueño con hacer mi práctica de yoga y tomar una ducha caliente. Pero como no todos los días hay tiempo para tomarse mínimo 2 horas de egoísmo para eso, acá les dejo unas posturas que toda mamá necesita al final del día.
Fuente : http://www.inspirulina.com/
Secuencia de los Guerreros
Mientras estiramos y fortalecemos nuestro cuerpo acompañado de la respiración Ujjaji, trabajamos nuestro guerrero interior, en nuestra capacidad de lucha sin violencia. Manteniendo cada postura de la serie del guerrero entre 5 y 10 respiraciones lentas y profundas cultivamos nuestra voluntad y nuestra fuerza para seguir adelante con la mejor actitud.
Postura del árbol
Respirando profundo y despacio mantenemos por más de 5 respiraciones con cada cada lado esta asana, la postura del árbol, la cual nos recuerda el equilibro entre Fortaleza y flexibilidad, en esta postura cultivamos la paciencia y la concentración, la confianza en nosotras mismas, visualizamos como mantener el equilibrio en nuestra vida entre nuestro rol de madre, de pareja, de ama de casa, y todas las demás cosas que hacemos las mamás.
Esta postura también nos ayuda a mantener el balance físicamente para los momentos en los que estamos trabajando, atendiendo el teléfono y cargando al bebé a la vez.
Inversión
Cualquier inversión que sepas hacer está bien, desde la más basica hasta la más avanzada; lo importante es cambiar tu visión del mundo por 10 respiraciones profundas; darle la oportunidad a tu cerebro de ver el todo desde otro ángulo.
Postura de loto
Siéntate cómodamente en loto o medio loto, cierra los ojos y visualiza. Es importante crear el hábito de visualizar: tus metas, tus sueños, lo que quieres lograr tú como persona. Agradece todo lo que tienes, todo lo que eres, y todo lo que viene.
Y por último acuéstate en el piso en Savasana y ahora sí es momento de no hacer absolutamente NADA.
Namasté